La creciente preocupación por las redadas migratorias está afectando gravemente el acceso a la atención médica en Estados Unidos. Los hospitales, tradicionalmente un lugar de refugio para quienes necesitan atención urgente, se han convertido en espacios que muchos inmigrantes evitan por temor a ser detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE)
Ante este panorama desalentador, en esta nota te contamos cómo esta situación está impactando la salud de la comunidad inmigrante y las respuestas de los profesionales de la salud ante este fenómeno.
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La ausencia de los inmigrantes en los hospitales para evitar a ICE
Según el medio de comunicación USA Today, el temor a las redadas de ICE ha llevado a una alarmante disminución en la cantidad de inmigrantes que buscan atención médica. En diversos hospitales y clínicas, especialmente en áreas con alta población inmigrante, las salas de espera están vacías.
En el barrio Hell’s Kitchen de Manhattan, por ejemplo, la clínica Ryan Health ha reportado una baja significativa en la cantidad de citas, a pesar de recibir a numerosos solicitantes de asilo. La ansiedad por ser detectado por las autoridades migratorias está llevando a muchas personas a posponer o incluso evitar tratamientos médicos necesarios.
La preocupación de los médicos ante las redadas migratorias en hospitales
La incertidumbre generada por las políticas migratorias ha puesto a los médicos en una posición complicada. Mientras se enfrentan a la creciente desconfianza de los pacientes, los profesionales de la salud también están preocupados por cómo manejar la presencia de ICE en hospitales.
El Dr. Gray Ballinger, médico en un hospital público de Queens, ha expresado su preocupación por cómo abordar situaciones en las que la vida de un paciente está en riesgo, como cuando se encuentra conectado a un respirador o en trabajo de parto. Los médicos se enfrentan al dilema de cómo cumplir con la ley migratoria sin comprometer la seguridad de sus pacientes.
La crítica a las redadas de ICE en hospitales
Las políticas migratorias del gobierno de Donald Trump, que han permitido las redadas en lugares sensibles como hospitales y escuelas, han sido ampliamente criticadas por defensores de los derechos de los inmigrantes y por algunos hospitales.
Muchos aseguran que estas políticas están erosionando los derechos de los inmigrantes a acceder a atención médica básica, lo que pone en peligro la salud pública. Funcionarios y defensores han enfatizado que este enfoque podría generar más daño que beneficio, al desalentar a los inmigrantes a buscar atención médica urgente y poner en riesgo su bienestar.
Murad Awawdeh, presidente y director ejecutivo de la Coalición de Inmigración de Nueva York, en un mitin celebrado el jueves en la iglesia episcopal de San Marcos en Manhattan, estableció que esta medida nunca se ha tratado de la seguridad de Estados Unidos. “Esto es una cuestión de crueldad”, expresó.
El sistema de salud se enfrenta a un desafío crucial: proteger a los pacientes y garantizar que reciban el cuidado que necesitan, mientras navega por un entorno de leyes migratorias que pone en peligro su acceso a servicios esenciales. Las respuestas de hospitales y organizaciones de salud intentan calmar los temores de los inmigrantes, pero la incertidumbre persiste, dejando en evidencia una crisis que podría tener consecuencias graves para la salud de miles de personas.