Los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos presentan mayores complejidades a raíz de una reciente demanda contra Nueva York por ofrecerles oportunidades básicas, como la posibilidad de manejar un automóvil. Con base en la información recopilada por la Agencia EFE y el medio de comunicación France24 Español, el miércoles 12 de febrero se realizó esta medida tomando en cuenta que la Gran Manzana cuenta con una ley, establecida en 2019, en la que se le permite a todos los residentes contar con una licencia de conducir a expensas del estatus migratorio.
Según la fiscal general de Estados Unidos y aliada cercana de Donald Trump, Pam Bondi, esta ley es inconstitucional y promueve la inmigración irregular en el país norteamericano. Ante este contexto, en la siguiente nota te comentamos todos los pormenores y aspectos legales que se efectuaron a raíz de esta problemática.
PUEDES VER: ¡Donald Trump no se detiene! Despide a empleados de una agencia pública por beneficiar a inmigrantes en EE. UU.
Demanda contra Nueva York por ayudar a inmigrantes ilegales
Bondi argumentó que Nueva York prioriza a los inmigrantes ilegales por encima de los ciudadanos estadounidenses, explicando que la demanda está dirigida tanto hacia la gobernadora Katy Hochul, como hacia la fiscal general del estado, Letitia James, y el comisionado del Departamento de Vehículos Motores de Nueva York, Mark Schroeder.
Esta demanda se efectuó seis días después de que el Departamento de Justicia dé a conocer una demanda del mismo tipo contra la ciudad de Chicago y el estado de Illinois, acusándolos de dificultar las políticas antiinmigrantes y las labores de las autoridades gubernamentales de migración. Esto incluye la deportación.
Cabe mencionar que la medida instaurada en Illinois pide a los jueves que califiquen de inconstitucionales las protecciones hacia los inmigrantes que existen tanto a nivel estatal como local.
La situación migratoria en Estados Unidos y las políticas de Donald Trump
En medio de este panorama, es indispensable entender que, poco después de asumir el poder, Trump advirtió que tomaría medidas contra las alcaldías y los estados que no apoyaran sus políticas, enfocándose en deportar a los más de 11 millones de personas que residen en el país sin un estatus legal.
Recientemente, inició su guerra contra las ciudades santuarios. Este reciente intento de desmantelar las políticas que protegen a los inmigrantes en EE. UU. ha provocado una fuerte oposición en estos lugares, que afirman que defenderán sus políticas en los tribunales. Esta disputa legal podría prolongarse durante los próximos meses, con consecuencias significativas para la seguridad y los derechos de los inmigrantes en el país.