“Solo la mezquindad de quien vive corroído por la envidia puede minimizar el acontecimiento”, Ortiz Bisso sobre la llegada de Messi para jugar ante la ‘U’ [FOTOS]

El 10 de setiembre del 2008, la ‘Pulga’ tenía 19 años y era uno de los más jóvenes de un plantel donde las estrellas eran Riquelme y Zanetti. Acaso lo más anecdótico de ese encuentro es que los últimos 27 minutos los jugó un delantero que se pondría la crema tiempo después en el crepúsculo de su carrera: Germán Denis. Desde entonces, Messi ha vuelto al Perú varias veces, la mayoría con la camiseta de su selección. Sin embargo, el encuentro ante Universitario reviste un carácter especial porque, probablemente, será la última vez que lo veamos en activo. Lo hará, además, con el equipo sensación de la MLS –el Inter Miami–, acompañado por un terceto de treintañeros que, a pesar de su veteranía, cualquier cuadro del mundo quisiera tener: Luis Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba.

En los cincuenta y sesenta, gracias a un favorable régimen fiscal, nuestra humilde comarca solía recibir a clubes y selecciones de todo el mundo. Por eso Pelé vino varias veces, convertido ya en una fábrica de hacer dinero. También lo hicieron Beckenbauer, Maier y Müller con la camiseta del Bayern, Lev Yashin con Dínamo de Moscú, Ángel Labruna con River y Garrincha con Botafogo. Luego, el velasquismo acabó con esos años felices y las visitas se hicieron más espaciadas. Quizá por ello se recuerdan tanto las visitas de Diego Armando Maradona, quien vino por primera vez en 1979 con Argentinos Juniors (empate 2-2 con la selección). Dos años más tarde, convertido ya en ídolo de Boca Juniors, enfrentó a Universitario y Alianza Lima. Los íntimos, que cayeron 2-1, se reforzaron con Teófilo Cubillas, mientras que por los cremas jugó Hugo ‘Cholo’ Sotil, artífice de la jugada que derivaría en el penal que Walter Escobar cambiaría por el gol del triunfo.

Germán Leguía, quien se jugó un partidazo esa noche, recuerda que el ‘Flaco’ Gareca –delantero de los ‘xeneizes’– le lanzó un pelotazo en el pecho, molestísimo por la derrota. “Luego, cuando lo traje a la ‘U’, nos acordamos y nos reímos de lo ocurrido”.

Solo la mezquindad de quien vive corroído por la envidia puede minimizar el acontecimiento que viviremos este miércoles. Que el mejor jugador del mundo, acaso de la historia, se presente en nuestro país debería ser solo motivo de satisfacción. Para los niños, será un recuerdo imperecedero, para los viejos como yo un motivo para seguir amando al fútbol. Es Messi. Disfrutémoslo.