Los objetos voladores no identificados (Ovnis) siempre han sido materia de investigación por los diversos gobiernos alrededor del mundo, pero hay una nación en especial que le ha dedicado todo un organismo para conocerlos más a fondo y de repente establecer algún contacto, de esa manera se terminaría por descubrir si realmente no estamos tan solos en el mundo como lo creemos.
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Pocos recuerdan, pero hace unos años el Gobierno de Estados Unidos junto a su Departamento de Operaciones Navales confirmó la veracidad de unos videos que mostraban a unos objetos voladores no identificados (Ovnis).
¿Qué país tiene una oficina que se dedica a investigar la existencia de los ovnis?
Tras la confirmación del gobierno estadounidense, Chile decidió crear el Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos (CEFAA), que forma parte de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) que se encarga de estudiar, recopilar analizar y clasificar este tipo de fenómenos en el espacio aéreo del país, desde Arica al Polo Sur.
Para el exdirector del CEFAA, Hugo Camus, "El concepto que nosotros utilizamos, Fenómenos Aéreos Anómalos y Fenómenos Aéreos no identificados, es un concepto mucho más amplio que OVNI" pues también este organismo tiene como objetivo apoyar la seguridad de las operaciones aéreas en el país.
Cabe mencionar que Chile es uno de los países con más avistamientos de estos objetos voladores no identificados al redor del mundo y por ello, se decidió activar el comité para analizarlos desde una perspectiva científica.
Asimismo, un hecho del que aún se habla en Chile es el que protagonizó en 1977 el cabo del Ejército Armando Valdés, quien fue supuestamente abducido cuando realizaba un patrullaje en la localidad altiplánica de Putre (a 2.202 kilómetros al norte de Santiago).
¿Qué es el Caso Valdés en Chile?
El 'Caso Valdés' o también llamado el 'Caso del Cabo Valdés' es el incidente más famoso sobre ovnis que ocurrió en Chile. La repercusión de esta historia fue tremenda y ha sido un caso considerado emblemático en el país.
Dos de los cabos se encontraban haciendo rondas, cuando uno de ellos apareció y le dijo a Valdés, el único militar de profesión del grupo, que saliera, que afuera había una luz extraña estática, que alumbraba todo el lugar.
Lo que contaron los demás soldados, es que luego de ello perdieron el rastro de Valdés por un lapso de 15 minutos, que asustados buscaron por los alrededores. Cuando lo encontraron, la barba de Valdés era mucho más profusa y que la fecha de su reloj se había adelantado cinco días, un tiempo que calcularon similar al tamaño de los vellos faciales.
Debido al impacto que causó, se difundieron diversas historias, hay una versión que niega la abducción pues se dice que solo vieron un foco de luz que los apuntaba.