Formar parte de los Dallas Cowboys es un honor para cualquiera. Pero también una enorme responsabilidad. Al ser la franquicia deportiva más valiosa del planeta en cualquier disciplina (9,200 millones de dólares), la presión es mucha, así como las oportunidades de defender los colores de la Estrella Solitaria.
Para Brandon Aubrey, esta es una historia única. A sus 28 años, el pateador vive su primera oportunidad en la NFL, con una de las instituciones más importantes del mundo y con un cumplimiento destacable en sus funciones: ha anotado sus 10 goles de campo, incluido uno largo de 55 yardas, además de que ha convertido seis de siete puntos extra, ya que le bloquearon un intento en la Semana 1.
Intentó como futbolista
Aubrey nació el 14 de marzo de 1995 en San Luis, Misuri. Sin embargo, gran parte de su vida la pasó en Plano, ciudad ubicada a poco más de 33 kilómetros al norte de Dallas y que es conocida por su producción de futbolistas, como Kellyn Acosta (LAFC) y Keaton Parks (New York City FC).
Si bien llegó a desempeñarse como receptor en la secundaria, prefirió el balón redondo en vez del ovoide. Inició con Dallas Texans, academia de la que surgieron figuras como Clint Dempsey y Omar González; ingresó a la Universidad de Notre Dame, donde se desempeñó como defensa y ganó el Campeonato de la NCAA en 2013, al ganarle en la final a Maryland por 2-1.
Fue elegido en el SuperDraft de la MLS en 2017 por Toronto FC, con el pick 21 de la primera ronda. Sin embargo, la alta competencia evitó que brillara con los canadienses y pasó por Bethlehem Steel, filial de Philadelphia Union, que lo liberaron una vez que acabó la temporada 2018.
Una vez que ya no jugó con Bethlehem, decidió dedicarse a lo que estudió: la ingeniería en software. Parecía que el sueño como deportista profesional había terminado ahí después de solo dos años, pero no sabía lo que le esperaba.
El aliento de su esposa
En 2019, Aubrey veía un partido de la NFL en la televisión. Cuando un pateador falló el gol de campo, llegaron las palabras que lo motivaron a probar algo diferente: “Podrías hacer eso”, dijo su esposa, de acuerdo con la entrevista que Brandon tuvo con Casey Dunau para el portal oficial de la MLS.
Fue así como intentó en canchas cercanas a su casa a realizar patadas de 60 metros y contrató a un entrenador para ayudarlo con la técnica. Se enfocó con entrenamientos en las mañanas y tardes, además de que practicó en su garaje durante los años de pandemia por covid-19.
Fueron tres años de desarrollo hasta que llegó su oportunidad en 2022 con los Birmingham Stallions, que militan en la USFL, una de las ligas menores de futbol americano profesional que están en Estados Unidos. Sacrificó un recorte salarial del 50 por ciento para dejar de ser ingeniero y se enfocó en su carrera en los emparrillados.
“Diría que no estaba completamente preparado para esa primera oportunidad en la MLS, donde estás en un equipo superestrella, donde tienes a Michael Bradley, Jozy Altidore y Sebastian Giovincos que has estado observando toda tu vida. Donde lo seguiste muy de cerca y tal vez tengas esa sensación de que en realidad no perteneces”, reconoció en la entrevista sobre por qué no funcionó en Toronto.
En dos temporadas en Birmingham, jugó 20 partidos, en los que completó 32 de 37 goles de campo (el más largo de 49 yardas), 57 de 59 puntos extra y logró 153 puntos. Los Cowboys le dieron un voto de confianza para esta temporada, convencidos de que Brett Maher no podía seguir en el equipo. Si bien Maher tuvo buenos dividendos en su estadía en Dallas, sus fallos en momentos clave fueron los que le costaron ser cortado del roster en la temporada baja.
Cuando le bloquearon el gol de campo a Aubrey ante New York Giants en la primera semana, los ‘fantasmas’ de Maher parecían volver. Pero desde entonces, no ha fallado ningún intento. “Ese es mi hombre. Sabía que ese joven podría superarlo”, expresó Jerry Jones, después de partido. Con un roster competitivo, Brandon y Dallas apuntan alto.
AVV