No es que esté aguardando comprometerse para contraer nupcias, sino todo lo contrario. Con lo que está plenamente comprometida es con el objetivo de llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio en este 2020.
El frío no congela la ilusión de alcanzar la máxima cita deportiva mundial que se disputa cada cuatro años.
Ana Camila Pirelli Cubas, a sus 30 años, enfrenta el reto que se le mantuvo esquivo en sus 15 años de carrera deportiva: Llegar a los Juegos Olímpicos. El sueño máximo de cualquier atleta. Para ello Camila emprendió vuelo a Estados Unidos, está en Illinois, desde noviembre del año pasado, entrenando bajo las órdenes de un entrenador americano, especialista en pruebas de saltos, su principal déficit en las pruebas combinadas.
ADIÓS A LAS LESIONES. “Lo más positivo del año pasado fue el récord nacional. Mejoramos bastante con relación a años anteriores, tuve muchas lesiones, tuve una inflamación del tendón de Aquiles. El año pasado llegué a ser la número cuatro en el heptatlón de los Juegos Panamericanos, la mejor posición de una paraguaya en atletismo en los Juegos Panamericanos”, comentó.
Camila, recordista nacional de heptatlón (siete pruebas combinadas), con una marca de 5.907 puntos, logrado el año pasado en los Juegos Panamericanos de Lima, Perú, donde obtuvo la cuarta ubicación.
Pero no se mostró satisfecha y está mentalizada a hacer un poco más y viajó a USA.
“Llegué a un punto donde también estaba mirando los Juegos Olímpicos, tuve la oportunidad de hablar con un entrenador americano (Lynn Smith), con técnicas distintas, que ya tiene atletas con medallas olímpicas y me arriesgué y estoy acá, súper contenta”, comentó.
“El primer mes me costó un poco, otro sistema, el clima mismo, pero estoy super feliz acá. Mi entrenador en Paraguay Thomas Zuddy, a él siempre voy a estar agradecida y bueno, para mí fue como una etapa más. Estoy pasando a otra etapa y quedamos muy bien”, precisó.
Pirelli debe apuntar a los 6.420 puntos exigidos para arribar a los Juegos Olímpicos, o al menos acercarse a la marca mínima y estar entre las 20 mejores del ránking mundial. Es una misión difícil, pero el reto más importante a la que se enfrenta la atleta.
“Me quedo acá hasta hacer la marca”, concluyó.