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Sergio Chapa Blanco se expresó por primera vez luego de su salida de Montevideo Wanderers a través de un comunicado en sus redes sociales en el que comenzó diciendo: “Siempre pensé que publicar una despedida cuando me retire del fútbol después de más de 20 años era innecesario, pero hoy siento que tengo que hacerlo, más que nada para agradecer y hasta para pedir perdón”.
El referente del Bohemio dedicó palabras de agradecimiento a los distintos funcionarios: “Agradecer a los que confiaron y me dieron esta oportunidad. Para no nombrarlos a todos, solo nombro a dos. En representación, al Chifle, a Fernando y a todos los dirigentes que en esta nueva etapa como entrenador se portaron como nunca conmigo desde el primer hasta el último día”.
“Agradecer a los jugadores que se brindaron al máximo y sé que dejaron todo adentro de las canchas, en las buenas y en las no se nos dieron los resultados de las canchas. Agradecer a Mauricio, que confió y estuvo siempre en las buenas y en las malas. Todos los días en cada uno de los entrenamientos”, agregó.
Continuó: “Agradecer al cuerpo médico. Menciono a Sebastián, mi amigo, en nombre de todos, que me aguantaron las locuras al igual que en mi otra etapa de jugador. Agradecer a todos los funcionarios del Viera y del Complejo Devoto, a mi madre postiza, la Flaca con todas sus locuras y al Cani, mi hermano del alma, con todos sus malos humores”.
"Agradecer a mi cuerpo técnico: LEANDRO, DIEGO, EMILIANO, MARCELO y los institucionales JUAN Y VÍCTOR. Si hay algo que no me arrepiento, es de haberlos elegido a ustedes. Me demostraron, a pesar de nuestra juventud, en esta nueva etapa lo preparado y capacitados que están y todo lo que le metieron para sacar este proyecto adelante. No tengo dudas de que están preparados para comerse el mundo. Fue un placer trabajar con ustedes. No creo que sean conscientes de todo lo que me enseñaron”, dijo más tarde.
Además, Blanco fue sincero al declarar: “Y, por último, pero no menor, agradecerles a los HINCHAS, a todos a los que me bancaron siempre y a los que me putearon en algún momento. Juro que los entiendo, yo también me puteé llegando a casa y me puteé mucho más de lo que lo hicieron ustedes”.
Y se disculpó: “Perdón a todos los que les agradecí, perdón porque sé que todos soñaron y se ilusionaron con que yo les diera la quinta estrella y levantara la copa con ustedes. No pude como jugador y tampoco como entrenador y sé que les fallé, pero créanme que también me fallé a mí mismo porque ninguno de ustedes, y créanme, ninguno, lo soñó más que yo y ninguno se rompió más el alma para lograrlo que yo. Pero no pude, fallé. Mi deuda será eterna con ustedes y lo más doloroso es que conmigo también lo será”.
Luego, el Chapita expresó: “Sé que siempre la última imagen es la que queda, pero no puedo ser tan injusto de no recordar la muy buena-mitad de año que logramos todos juntos, la cual - a pesar del muy mal Clausura- nos hacer ser hoy el quinto mejor equipo del año. Sé que no alcanza, sé que esperaban mucho más de mí y por eso también les pido perdón”
“Recuerden siempre la frase que tanto usamos: ‘ni mejores, ni peores, diferentes’. Para ser diferentes, tenemos que apoyar siempre a los jugadores, al cuerpo técnico porque créanme que cuando las cosas no salen, la crítica excesiva y los insultos hacia ellos no suman para nada, todo lo contrario. Apóyenlos en esos momentos más que nunca, porque ‘en las malas mucho más’ no debería ser solo un slogan”, comentó.
El exentrenador de Wanderers concluyó: “Ustedes saben que un día me pregunté si el amor eterno e incondicional existía y que la respuesta fue que sí existe y que es lo que siento por Wanderers. Hoy también me di cuenta de que, cuanto más sufro por nuestro club, el amor es más grande por él. Gracias y perdón”.
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