Ganar y nada más. Una frase que fue ley en Peñarol por años. Una riesgosa tentación cortoplacista que a la larga dejó más decepciones que alegrías. Ganar a como dé lugar. Hoy en día, una tabla de salvación a la que se aferra el desflecado Peñarol de Mauricio Larriera. Luego de un nuevo tropezón internacional (0-1 con Olimpia) y de una hostil visita de los hinchas el sábado en Los Aromos, el aurinegro derrotó 1-0 a Wanderers por la 11ª fecha del Torneo Apertura y compró un blister de alivio hasta el próximo viernes.
Ganó y nada más Peñarol. Porque al minuto y medio se le agotaron las ideas, las acciones combinativas y el sentido de la profundidad.
Cuando arrancó el juego, Aguirregaray, Laquintana y Gargano se mandaron una jugada de Peñarol 2021 pero el Vasquito quedó muy apretado para poder definir.
Diego Battiste
Gargano, el dueño del mediocampo
Los 88 minutos y medio restantes fueron puro Peñarol 2022. Un equipo con problemas para gestionar la pelota, predecible, lento e incapaz de generarle juego a su centrodelantero, que este domingo volvió a ser el Canario Álvarez.
Wanderers, que venía con un largo viaje y un partido de gran desgaste por Copa Sudamericana (gran triunfo ante Metropolitanos en Caracas), lo complicó en los primeros 20' de juego sacándole el balón y llegándole en un par de acciones peligrosas bien resueltas por un Kevin Dawson que es la calma en medio de la tormenta.
Pero el bohemio no fue mucho más que eso. Más insinuación que concreción. Más amenaza que bofetada. Más facha que esencia.
Y Peñarol se lo ganó porque se encontró con dos penales, ambos bien cobrados por Esteban Ostojich.
El primero por mano de Kevin Rolón ante centro de Aguirregaray. El lateral si bien quedó de espaldas al centro, amplió el radio de defensa con un brazo bien separado del cuerpo en una pelota que buscaba receptor en el área.
Diego Battiste
Álvarez Martínez, víctima del desabastecimiento
Ese penal lo erró Ceppelini. O más bien se lo atajó Silveira con notable intervención, abajo a la izquierda.
Pero seis minutos más tarde, el bohemio le regaló un penal. Emiliano García le metió un antebrazo en el rostro a Álvarez Martínez en una pelota que venía como caída en picada de una montaña, sucia y sin mayor pretensión de riesgo.
Los árbitros están siendo muy celosos al uso ya no de codos sino de manos y antebrazos sobre los rostros rivales. En cualquier sector del campo. Y los que reciben el contacto saben que vendiendo una buena actuación tienen bien asegurada la sanción. García se regaló a los ojos del árbitro.
A pesar de eso, Wanderers fue perjudicado. ¿Por qué? Porque Horacio Ferreiro no vio fuera de juego de Álvarez Martínez en la incidencia. ¿Fue un grosero error? No. Era una jugada para dejar seguir y después revisarla en el VAR, pero en la 11ª fecha del Apertura un solo partido tendrá VAR y será el de Nacional-Fénix de este lunes.
Diego Battiste
Aguirregaray mejoró en su despliegue físico
Un Ceppelini nervioso y más impreciso en los pases de lo que suele serlo, asumió otra vez la responsabilidad del penal. Y esta vez no falló.
En el festejo del gol, el volante que fue señalado por las pintadas de los hinchas bajo el mote de "discoteca", juntó a todos sus compañeros para celebrar.
Diego Battiste
Un desahogo, el gol de Ceppelini
Y a partir de esa imagen, Peñarol salió a jugar el segundo tiempo como un equipo unido, sólido, firme.
Solo por eso, y porque Wanderers hizo muy poco en ataque, logró llevarse los tres puntos.
El bohemio no inquietó más que con un remate de Veglio desde afuera del área. Pero otra vez Dawson desarticuló el peligro.
Después, a Peñarol le alcanzó un gran despliegue defensivo de Gargano en el medio y una firme y robusta tarea de Elizalde en el fondo para no pasar sobresaltos.
Arriba no salió nada. Entró Carrizo por Mansilla pero erró un gol solo al intentar definir de pecho una pelota en el área chica. Entró Alonso que se escapó tres veces por izquierda sin concluir adecuadamente. Entró Bentancourt que metió un remate peligroso. Todas acciones aisladas, forzadas, desprovistas de sentido funcional.
Diego Battiste
Alonso no pudo desnivelar
Y así ganó Peñarol. ¿Quién iba a decir el año pasado, cuando el Peñarol de Larriera supo ser un deleite a los ojos goleando 4-0 a Corinthians, que meses después iba a volver a ser el Peñarol de ganar y nada más? Pero ahí anda, sumando para la Anual, ahora cuarto y a seis puntos del líder Deportivo Maldonado.
La ficha
Peñarol 1
Kevin Dawson 6
Matías Aguirregaray 5
Hernán Menosse 5
Edgar Elizalde 7
Juan Manuel Ramos 5
Walter Gargano 7
Rodrigo Saravia 5
Pablo Ceppelini 5
Ignacio Laquintana 4
Agustín Álvarez Martínez 4
Brian Mansilla 4
DT: Mauricio Larriera
Wanderers 0
Mauro Silveira 6
Sebastián Figueredo 5
Emiliano García 3
Juan Felipe Aguirre 5
Kevin Rolón 4
Emiliano Tellechea 4
Bruno Veglio 6
Christian Bravo 4
Agustín Santurio 4
Nicolás Quagliata 5
Mauro Méndez 5
DT: Rodrigo Bengua (Daniel Carreño está suspendido)
Cambios en Peñarol: 45' Federico Carrizo (4) x B. Mansilla, 75' Máximo Alonso x I. Laquintana y Damián Musto x W. Gargano, y 83' Agustín Da Silveira x M. Aguirregaray y Ruben Bentancourt x A. Álvarez Martínez
Cambios en Wanderers: 45' Nicolás Ferreira (4) x A. Santurio, 64' Diego Riolfo x C. Bravo y Guillermo Wagner x E. Tellechea, 78' Mauro Estol x B. Veglio y Hernán Rivero x S. Figueredo
Cancha: Campeón del Siglo
Jueces: Esteban Ostojich, Horacio Ferreiro y Sebastián Schröeder
Gol: 45' + 2' de penal P. Ceppelini (P)
Amarillas: 11' W. Gargano (P), 31' J. M. Ramos (P), 43' B. Mansilla (P), 45' + 1' E. García (W), 90' D. Musto (P), 90' + 1' J. F. Aguirre (W)
Incidencia: A los 40' M. Silveira (W) le atajó un penal a P. Ceppelini (P)
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