Brasil derrotó hoy por 2-0 a Perú en Lima, y con 27 puntos, cuatro más que su inmediato perseguidor, Uruguay, quedó a un paso de obtener un cupo para el Mundial de Rusia 2018 de futbol.
Gabriel Jesús a los 57 minutos y Renato Augusto a los 78' marcaron los goles para un Brasil que no sabe lo que es ceder un punto desde que hace seis partidos lo tomó el director técnico Tite.
Aunque no es un teoría exacta, los cálculos indica que un equipo que sume 30 puntos en la eliminatoria sudamericana está clasificado, por lo que todo apunta a que Brasil seguirá como el único país presente en todos los mundiales.
Sin embargo, no la tuvieron fácil los brasileños al comienzo. Perú, estimulado por recientes resultados positivos, entró con bríos y pudo ponerse en ventaja a los seis minutos, pero el disparo de André Carrillo chocó en el palo.
Los verdeamarela no tuvieron muchas ocasiones de ataque en la primera etapa. En la más clara, Neymar, que hasta entonces aparecía poco, le cedió una pelota a Paulinho, pero el remate de éste permitió el lucimiento del arquero Pedro Gallese.
La paridad de fuerzas se mantuvo hasta que llegó el primer gol. Coutinho intentó un lujo en el área, pero la pelota chocó en Pedro Aquino y fue a los pies de Gabriel Jesús, quien, libre de marca, se la puso lejos al arquero.
A partir de entonces llegaron los mejores momentos de Brasil. Neymar, Gabriel Jesús y Renato Augusto se soltaron a jugar y la estrella del Barcelona estuvo cerca de marcar un golazo a los 75', pero la pelota rebotó en el travesaño.
Hubo olor a empate sin embargo a los 71', pero un cabezazo del defensa Cristian Ramos, tras una floja salida del arquero Alisson se desvió por centímetros.
Otro rebote, similar al primer gol pero desde la derecha, le permitió a Renato Augusto subir el marcador. El Perú no se entregó y luchó hasta el final, pero no logró derrotar la trampa del fuera del lugar manejada por los visitantes.
Brasil sigue disparado, ganando y gustando. Perú se quedó en el octavo lugar con 14 puntos y, más allá de las esperanzas que se mantienen y de la irregularidad de la mayoría de los rivales, la cuesta parece demasiado empinada.