Si Lolo Fernández eligió jugar solo por Universitario de Deportes por amor a la camiseta, Aaron Calderón tomó una decisión aún más difícil y noble por fidelidad a sus colores: renunció a la posibilidad de jugar para ser parte de esa ‘U’ a la que aprendió a querer con locura y transparencia desde niño. Porque, qué mayor muestra de cariño que pasar ocho años intentando debutar en un partido oficial sin suerte y aún así ser una pieza vital dentro de un camerino. Hay quienes podrían llamarlo conformismo, sí. Pero otros, los que saben, los técnicos como Ángel Comizzo, Gregorio Pérez, Fabián Bustos y Jorge Fossati, le dicen liderazgo.
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Aaron Calderón es el tercer arquero en la plantilla del Universitario campeón 2025. Tiene 27 años y lleva ocho largos años intentando cumplir un sueño: debutar en un partido oficial como arquero de la ‘U’. Aún no lo logra, pero en ese camino ha coleccionado nueve títulos y nada menos que un tricampeonato.
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Parece broma pero es una historia de vida. Una de resiliencia y ejemplo para quienes creen que el fútbol, como la vida, no exige sacrificios. Calderón este año disputó 45 minutos en la derrota 1-0 ante Once Caldas en Colombia con Fabián Bustos. Antes de ese partido, jugó unos minutos en el 4-0 en contra ante Inter Miami, otro amistoso jugado en el 2022. Entre las dos participaciones no suma ni 90 minutos. Ha sido tercer arquero por años y hasta cuarta opción.
Su historia es la abreviatura del sueño del hincha. Formado en las divisiones menores de Universitario, volvió a la ‘U’ en el 2018 luego de un paso fugaz por el Cultural Santa Rosa en Segunda División. Ahí le tocó ser la cuarta opción por debajo de José Carvallo, Raúl Fernández y Patrick Zubczuck. Tenia 18 años y una ilusión monumental por pelear el puesto.
Al siguiente año, con las partidas de Fernández y Zubczuck, pasó a ser segundo arquero, aunque un nuevo prospecto salió a la luz: Diego Romero, entonces con 17 años. Sin embargo, el 2021 volvería Zubczuck y tendría que asumir otra vez la posición de tercera alternativa.
En el 2023, cuando parecía que podía tomar el segundo lugar, el protagonismo se lo llevó Diego Romero, por lo que tuvo que sumar sexta temporada sin sumar minutos en partidos oficiales. Eso sí, fue considerado dentro del plantel campeón. Y tuvo elogios de Fossati: “Aamet Calderón y varios jugadores han sido importantes. Aamet, por ejemplo, concentró los últimos diez partidos y siempre tuvo una mente positiva”.
El año pasado, con la llegada de Sebastián Britos se volvieron a reducir. Sin embargo, en ese proceso de seguir intentándolo, Aamet consolidó una forma de liderazgo en el camerino: un ejemplo de sacrificio, de paciencia y responsabilidad por mantener el mismo nivel de esfuerzo en cada entrenamiento así sus opciones de jugar sean remotas.
“Es difícil porque uno la pelea, vas al entrenamiento todos los días anhelando jugar el fin de semana, y es difícil porque la posición de arquero no rota mucho”, comenta Aamet en una entrevista del 2024 en un canal de YouTube.
A inicios del 2024 renovó por dos temporadas más. Este 31 de diciembre concluye su relación formal con el club y aún no se sabe si renovará. Aunque no ha podido debutar en ocho años en un partido oficial, su forma de querer al club y su descomunal esfuerzo como si fuera un titular indiscutible, le han valido el respeto de sus compañeros y la posibilidad de tomar voz en el camerino.
“Hay días que me levanto y estoy desaminado, lo primero que hago es agradecer a Dios, arrancar el día agradeciendo ya hace que tengas otro semblante”, cuenta. Y quizá es la clave: la fe, el creer, el fundamentar sus esfuerzos en una creencia mayor.
Cerca de cumplir los 28 años, Calderón es el arquero vigente más ganador del fútbol peruano con nueve títulos. Lo ha logrado sin realizar ni un solo saque de meta, ni una atajada, ni achique en los últimos años dentro de los 90 minutos de juego. “Yo lo decidí”, advierte como justificando su decisión de ver los partidos desde el banco en las últimas ocho temporadas. Lo suyo es un ejemplo de constancia, de amor por la camiseta y también, por qué no, un récord Guinness.
Dice Marcelo Bielsa que entre las muchas formas de liderar, existe una, la más sana y natural. Aquella que es ejemplo por la dedicación absoluta al trabajo, el cultivo de la inteligencia colectiva, el respeto y la empatía con el equipo. Es en ese ecosistema que Aamet funciona magníficamente, es en ese modelo de trabajo que el camerino del tricampeón del fútbol peruano goza de una salud inquebrantable.

