MIRA | ”Los detalles hacen la diferencia”: el “hijo” de Menotti que entrena en silencio con Valera y por qué es una de las claves detrás de su presente goleador
Tras un primer año en San Telmo, el futbolista pasa a Colegiales (Tercera División de Argentina) a sumar minutos para regresar al club de Buenos Aires y completar dos buenas temporadas. Con la cinta de capitán y afianzado en la Primera Nacional, Gimnasia toca a la puerta de su entorno para pactar un préstamo de un año y llegar a Primera. “Me sentía bien en los partidos, se hablaba mucho de mí en la categoría y saltar de la B Nacional a Primera fue un cambio grande. Sentí el cambio de ritmo, la pelota te llega más rápido y físicamente hay que dar un o dos pasos adelante”, confiesa el volante de 25 años, que ahora trabaja a doble turno para mejorar la condición física.
¡Gracias por suscribirte a Desde la Redacción!
Tu inscripción ha sido confirmada. Recibirás nuestro newsletter en tu correo electrónico. ¡Esperamos que disfrutes del contenido!
Lamentamos verte partir.
Tu suscripción ha sido cancelada y ya no recibirás más nuestro newsletter en tu correo electrónico. Si cambias de opinión, siempre serás bienvenido de nuevo.
¡Gracias por habernos acompañado!
Newsletter exclusivo para suscriptores

Si hablamos de ídolos, Yangali no duda en hablar de sus padres: “Siempre me apoyaron, cuando quise dejar el fútbol, tuve una charla con los dos y me convencieron de que no tire todo lo que había hecho, mi novia igual, con la que estoy casi seis años. Me ayudó mucho cuando volví”, afirma el ‘5’, que ahora tiene de compañeros a Jan Hurtado y Norberto Briasco.
“Yo veía a Breasco jugando en Huracán, yo iba a la cancha de Huracán, pero por amigos míos viste (vivía por ahí), iba porque me gusta el fútbol y ahora lo tengo a él entrenando conmigo. Lo mismo con Jan. Son cosas que aún trato de entender y aprender de los que ya están afianzados a Primera”, agrega.

Tras su debut en el triunfo frente a Sarmiento, Juan sonríe al recordar el juego y post-partido: al llegar a casa, su entorno lo llenó de mensajes muy contentos por su presente futbolístico: “Tenía un terrible nudo en la garganta, pero ahora busco seguir afianzándome en la categoría, seguir sumando minutos, aprender de todos mis compañeros, ya que es todo es nuevo para mí. Gimnasia es un club grande, con mucha gente, es un orgullo. Estar acá me llena de mucha emoción”.
Juan tampoco es ajeno a la Selección Peruana. De padres peruanos, pero nacido en Buenos Aires, el futbolista sabe de Alianza Lima, Universitario, Sporting Cristal, Paolo Guerrero, Jefferson Farfán, Nolberto Solano, así como otros grandes jugadores que pasaron por la Blanquirroja.
“Tengo familia allá en Perú y sería un orgullo grande para mí representarla”, confiesa, a la espera de que llegue – en algún momento – una carta de convocatoria al club, cuando él también esté más afianzado en Primera y cumpla el deseo y -también- el de sus progenitores: el de verlo cantando el himno con una camiseta que ven cada vez que juega la ‘Sele’. En casa de los Yagali se ve fútbol, más cuando se trata de Perú, pese al desenlace conocido internacionalmente en los últimos años.
Juan solo conoce Lima de una visita cuando tenía 10 años y también recuerda el sabor del estofado y aunque toda su vida la ha vivido en Argentina, también siente un amor por el Perú. “Todo esfuerzo tiene su recompensa, laboré mucho para llegar acá, me rompí el lomo y ahora disfruto. Siento que todavía me falta mucho para aprender, sé que puedo dar más, así que estoy laborando para llegar a todo lo que quiero”. Y veamos si en algún momento le toca ser llamado.
**
¡Tu pasión merece ser premiada! Accede a contenido exclusivo, sorteos, premios y más con la Suscripción del Hincha. Da click aquí para ingresar.
