Alexander Callens vuelve a dar señales positivas después de meses de incertidumbre. El defensor peruano del AEK Atenas, que en febrero reveló haber sufrido una alteración cardíaca tras un proceso viral, ha retomado de a pocos los entrenamientos en Grecia. Aunque aún no se ejercita con normalidad junto al resto de sus compañeros, recibió la autorización médica para realizar trabajos ligeros en el gimnasio, siempre bajo estricta supervisión. Esta noticia genera ilusión entre sus hinchas y la propia selección peruana, que lo extraña desde finales del año pasado, pero también invita a la prudencia, ya que su recuperación total sigue siendo un proceso delicado y a mediano plazo.
Alexander Callens no disputa un partido oficial desde noviembre de 2024, cuando AEK Atenas cayó ante Olympiacos. Poco después, un examen médico reveló la alteración cardíaca que lo obligó a detener repentinamente su carrera. Los especialistas recomendaron un reposo absoluto durante varias semanas, lo que significó perder el cierre de temporada con su club y partidos claves con la Selección Peruana en las Eliminatorias al Mundial 2026.
Ahora, más de medio año después, el zaguero empieza a dar pasos pequeños pero importantes. El AEK Atenas comunicó que el jugador puede realizar actividades específicas en solitario, siempre en instalaciones controladas, mientras los cardiólogos siguen de cerca cada avance. Su futuro deportivo todavía depende de evaluaciones periódicas que determinarán si es posible volver a la alta competencia sin riesgos.
En ese sentido, su club afronta un dilema: esperar con paciencia hasta que los médicos le den el alta definitiva o tomar decisiones pensando en la planificación deportiva. AEK, que pelea en la parte alta de la liga griega, sabe que Callens es un pilar defensivo, pero también entiende que la prioridad debe ser su salud.
Vale recordar que el propio Callens, en su momento, fue transparente con los hinchas al explicar lo sucedido. “En uno de los resultados apareció una ligera alteración cardíaca, por lo que los especialistas han recomendado unos meses de reposo y observación”, escribió en febrero. Sus palabras transmitieron tranquilidad, pero también confirmaron que el proceso no tendría un camino corto.

Según cardiólogos consultados en su momento, lo que padeció Callens encaja con una miocarditis, inflamación del músculo del corazón que suele originarse tras infecciones virales. En la mayoría de casos, con reposo estricto, la recuperación es completa, aunque la disciplina en la etapa inicial resulta clave para evitar complicaciones a futuro.
La buena noticia es que, al haber respetado los tiempos y cuidados médicos, el defensor estaría en camino a una recuperación favorable. El hecho de que ya pueda realizar actividad física controlada es visto como un indicio positivo, aunque aún falten pasos antes de un eventual regreso a la competencia oficial.
Para la Selección Peruana, su evolución también es seguida con atención. Callens es uno de los centrales más experimentados y su ausencia se ha sentido en las últimas jornadas de Eliminatorias. Sin embargo, desde la FPF prefieren no apresurar nada y esperar a que llegue la luz verde definitiva desde Grecia.
Por ahora, Callens se enfoca en su día a día en el AEK, avanzando con cautela pero con la ilusión de volver a un partido oficial. La hinchada lo espera y su esfuerzo comienza a dar señales de esperanza.