Mientras Alianza Lima y Melgar pelean de igual a igual contra Deportes Iquique y Cerro Porteño, respectivamente, su clasificación a la fase de grupos de Copa Libertadores, hubo una vez en la historia que un club peruano protagonizó un hecho insólito para tratar de intimidar a su rival. Se trata de Atlético Chalaco, que en la edición de 1980 recibió a Vélez en el Estadio Nacional y quería lograr su primera victoria en el máximo certamen continental.
Era 1 de marzo de ese año y el ‘León porteño’, como entonces se le conocía, no tuvo mejor idea que organizar un recibimiento por todo lo alto para empezar ganando el partido desde allí. La localía tenía que hacerse sentir frente a los argentinos. Era el segundo partido de los ‘chalacos’ por fase de grupos, tras haber igualado sin goles contra Sporting Cristal, otro de los rivales en esa llave. Por eso, prepararon de todo: una banda de músicos, bailarines y hasta un león.
Atlético Chalaco se tomó a pecho su apelativo de ‘León porteño’ para llevar un león enjaulado a la cancha del estadio Nacional. Fue el acto central de esa noche de Copa Libertadores. El club porteño, que entonces era dirigido por César Cubilla, quiso exaltar la bravura del Callao y alquiló un león de 200 kilos para exhibirlo ante los 20 mil asistentes en los minutos previos al juego. La idea era meterle miedo a los jugadores del ‘Fortín’.
El león de Atlético Chalaco
Las crónicas de ese partido relatan que el felino se mostró indiferente a lo que ocurría a su alrededor. Estaba encerrado en una jaula de barrotes rojiblancos, permanecía sentado e hizo una vuelta olímpica al campo para que los hinchas pudieran apreciarlo. Lejos de intimidarse, el león no causó impresión en los espectadores. Los hinchas estuvieron tranquilos y los jugadores de Vélez no fueron intimidados. Es más, les causó gracia.
Para ingresar al campo, según DeChalaca, los organizadores tuvieron que rompen una de las entradas al Nacional. El león parecía mal alimentado y luego se conoció que había sido alquilado de un circo limeño. La fiera no había generado el impacto que los dirigentes de Atlético Chalaco habían pensado; sin embargo, como espectáculo fue bien recibido.
En cuanto a lo deportivo, el combinado porteño no estuvo a la altura. Vélez fue muy superior y se llevó el triunfo por 0-2 con goles de José Antonio Castro (30′) y Osvaldo Damiano (85′). El cuadro de Liniers apagó lo que suponía iba a ser una noche para el recuerdo de los ‘chalacos’. ¿Y el león? Permaneció dormido todo el partido y luego fue devuelto a su circo.
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