MIRA: Jorge Fossati y lo que significa “dejar el alma” por la selección peruana
Sin pretemporada ni visa, Jairo no fue parte del plantel que ayer viajó a Miami para el amistoso del domingo ante Atlético Nacional. Trabajó con los jugadores que se quedaron para poder llegar a punto a “La noche crema” del próximo sábado.
Un fichaje esperado en el mercado peruano, ya que en diciembre quedó libre de Alianza –los íntimos no aceptaron las sumas que exigía el volante para renovar– y no le llegaban ofertas del extranjero que lo convencieran, con una que tuvo desde el fútbol asiático.
—Su proceso—
Así, Jairo cumple el viejo sueño de jugar por el club del cual es hincha por primera vez. Nacido en Chorrillos, dio sus primeros pasos en el fútbol en la academia de Julinho y luego pasó a las inferiores de la Universidad San Martín. Fue en el 2017 que una conversación entre su técnico en Reserva Orlando Lavalle y Chemo del Solar permitió su debut en Primera. “Cuando practicábamos la pelota parada, ‘Jairito’ era el encargado de pegarle en la segunda jugada y le pegaba como los dioses. Tenía un guante, la ponía donde quería”, recordó Lavalle hace unos meses.
Pudo ser crema en el 2019, cuando tanto Alianza como la ‘U’ fueron en su búsqueda, pero la San Martín llegó a un acuerdo con los íntimos por Concha y Óscar Pinto. El sueño solo se había postergado.
En algún momento lo calificaron como un futbolista moderno, por tener el pase cerebral para generar jugadas de gol y el estado físico para hacer el recorrido y dar una mano en la marca. De hecho, en Alianza jugó mucho junto a Josepmir Ballón en la primera línea. Luego tuvo más libertad para atacar.
Llega a la ‘U’ con tres finales seguidas disputadas –dos títulos y un subcampeonato–. Y con el peso de haber vestido la camiseta peruana en la Sub 18, Sub 20 y Sub 23, incluso la mayor, pero solo en los amistosos de inicios del 2022 ante Panamá y Jamaica.
Ha sido convocado para las Eliminatorias, pero no ha logrado quedarse en la lista final para poder debutar. Con un nuevo comando técnico en la Bicolor, seguro apunta a ser más visible para vestirse de blanquirrojo.
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