Cuando Christian Cueva fue anunciado como fichaje de Alianza Lima para el 2023, aficionados blanquiazules alrededor del país se llenaron de ilusión. Con un plantel lleno de figuras como Carlos Zambrano, Gabriel Costa y Bryan Reyna, todo parecía indicar que los íntimos apuntaban a la final de la Copa Libertadores.
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Casi un año después, el panorama que presenta la institución no podría ser más distinto. Tras caer en la final ante Universitario, Alianza confirmó la salida de diversas figuras, incluyendo al cuestionado Cueva, quien tuvo una de las campañas más discretas de toda su carrera profesional.
Christian Cueva y su llegada a Alianza
En marzo, semanas después de que se iniciara la Liga 1, Alianza Lima publicó en redes las imágenes que todos los fanáticos querían ver: Christian Cueva con la nueva 'mica' blanquiazul.
El primer encuentro de 'Aladino' con esta moderna indumentaria llegaría dos semanas después ante Sport Huancayo. En aquella ocasión, jugadores que brillaban durante las primeras fechas como Pablo Sabbag y Andrés Andrade tuvieron pocas oportunidades de destacar, pero la verdadera incógnita fue Cueva, quien solo terminó disputando 20 minutos.
Con el pasar de las semanas, cada vez era más evidente que el mediocampista que había llegado era distinto al que había llegado a Rusia 2018 con la selección peruana. Poco eficiente con el balón y nada participativo en las jugadas que elaboraba el elenco de Guillermo Salas, esta versión de Cueva rápidamente empezó a despertar dudas en los fanáticos.
La primera polémica de Christian Cueva
La primera tarjeta roja que recibió Christian Cueva con Alianza Lima esta temporada fue ante Unión Comercio. Después de un presunto malentendido con el árbitro, vio la roja a pesar de encontrarse en el banco de suplentes.
Poco después, en conversaciones con Movistar Deportes, dejó en claro que solo había realizado una consulta al árbitro Diego Haro sobre los minutos extra que había otorgado, pero sus palabras fueron tergiversadas por el cuarto árbitro.
Sacrificaron a Lavandeira
Pese a los problemas que ya empezaba a presentar el flamante fichaje de Alianza, el comando técnico lo siguió tomando en cuenta por encima de un jugador que se había ganado un lugar en el primer equipo: Pablo Lavandeira.
Ante la falta de oportunidades en la escuadra, el uruguayo nacionalizado peruano decidió empacar sus maletas y estampar su firma por FBC Melgar, donde se convirtió en una de las figuras indiscutibles de Mariano Soso durante el Torneo Clausura.
El escándalo en Trujillo
Durante altas horas de la noche, Cueva fue grabado en Trujillo por aficionados que no dudaron en reclamarle su aparente falta de compromiso con el elenco íntimo. Mientras tanto, el jugador solo atinaba a seguir bebiendo y alejarse de las cámaras.
Alianza Lima confirmó en un posterior comunicado que el jugador se había ausentado de los entrenamientos en Esther Grande de Bentín sin permiso, por lo que había incurrido en una falta. Aunque terminó siendo perdonado por la institución, los hinchas nunca olvidaron este acontecimiento.
La última gota
El momento más crítico del centrocampista llegó con la fiesta que organizó Carlos Zambrano por su esposa. En aquella ocasión, todo el plantel (que venía de empatar frente a ADT) fue duramente cuestionado por festejar después de un resultado decepcionante, pero el que se llevó la peor parte fue Cueva.