Venezuela vuelve a aparecer en el horizonte de un Perú que arrancó con el pie izquierdo las Eliminatorias Sudamericanas y que precisa de un resultado positivo a costa de la Vinotinto para seguir creyendo en sus posibilidades de ir a la Copa del Mundo.
Hace siete años, el Perú de Ricardo Gareca apenas había sumado tres puntos de 12 posibles y el respaldo que había despertado el DT argentino tras el tercer puesto en la Copa América 2015 ya se estaba esfumando.
Si bien ocho meses atrás, la Selección se había mostrado muy competitiva en Chile y se adjudicó la medalla de bronce tras vencer a Paraguay, las Eliminatorias confirmaron que el grupo necesitaba savia nueva para encarar los retos que planteaba aquel camino hacia Rusia 2018.
Aquel 24 de marzo en el Estadio Nacional, el equipo de Noel Sanvicente llegó a ponerse 0-2 gracias a los goles de Rómulo Otero y Mikel Villanueva, pero todo cambió a partir de los ingresos de Raúl Ruidíaz y Edison Flores, que venían en un gran nivel con la camiseta de Universitario.
Ambos ingresaron a los 60' y apenas un minuto después, la Pulga habilitó a Paolo Guerrero para el 1-2. Perú levantó gracias a sus revulsivos, el Orejas se perdió el empate a poco del final, pero se resarció en el último minuto de descuento cuando sacó un centro preciso que Ruidíaz conectó para anotar el 2-2 final.
Aquel partido convenció a Gareca de apostar por jugadores jóvenes en la Copa América Centenario y la apuesta le terminó dando frutos: varios de aquellos futbolistas del medio local se terminaron consolidando y siendo parte de la columna vertebral que acabó con una ausencia de 36 años de Perú en las Copas del Mundo.
Siete años después, Perú necesita respuestas y aquellas se las pueden dar los jugadores jóvenes que vienen destacando en la Liga 1 y que ya demostraron que pueden darle ese fuego que necesita la Selección para prenderse a la pelea en las Eliminatorias. Piero Quispe, Joao Grimaldo, Bryan Reyna y Oliver Sonne tienen una prueba de fuego el martes (9:00 p.m.) contra Venezuela, en el partido que puede devolver a Perú nuevamente a la pelea por la clasificación al Mundial 2026.