El Cristal de Tiago Nunes mereció la victoria en el balance general. Se mostró fuerte en sus líneas, con mejores argumentos para atacar y con un Washington Corozo que tiene esa habilidad para convertirse de villano a héroe en cuestión de minutos. El gol del triunfo lo marcó el ecuatoriano, pero se gestó por el colectivo. Los rimenses tuvieron mejores individualides, una mayor solidez mental y un esfuerzo físico que pasa factura en la etapa final del Clausura. Aquel equipo que sostiene su regularidad, incrementa sus opciones de salir campeón. Y Cristal lo hace, con juego, goles y concentración. Todos enfocados hacia el mismo objetivo.
La cabeza de Corozo
Nunes leyó el partido desde antes y apostó por la titularidad de Corozo. La idea fue darle velocidad a su equipo por los extremos y buscar el gol desde allí. De hecho, Cristal tomó el protagonismo del juego con el pasar de los minutos y poco a poco el ecuatoriano fue asentándose más al ritmo del partido. En el primer tiempo, tuvo una acción clarísima para abrir el marcador; sin embargo, su remate pegó en el segundo palo de Carlos Grados y rebotó hacia afuera. Pero se reivindicó un minuto antes de irse al descanso, cuando le queda un balón en área y mete el cabezazo para batir al arquero rival. Golazo que no pudo celebrar por recibir un golpe del golero directo al rostro.
Desde lo futbolístico, Corozo cumplió con lo solicitado por el comando técnico. Fue siempre una opción por izquierda, desbordando por esa zona y aplicando velocidad para pisar el área contraria. Se asoció con Yotún por momentos y también con Brenner, de labor sacrificada en el partido. El ecuatoriano respondió en la cancha y, probablemente, marcó el gol más importante de la era Nunes hasta ahora. Sin duda, es un recurso válido para el técnico en partidos de esta clase.
La solvencia de Yotún
Si hay alguien que impone condiciones en el mediocampo, ese es Yoshimar Yotún. El capitán de Cristal le da una cuota de jerarquía importante a la zona medular de su equipo. Apareció para asumir la conducción de los circuitos y buscar los espacios en situaciones complicadas. Le puso la pausa, siempre fue una opción de pase e intentó romper líneas atacando a los espacios. No tuvo una acción clara para marcar, pero fue quien hilvanó los hilos de los suyos. Cuando él está bien, los celestes juegan bien.
Para un equipo que pelea por salir campeón es importante tener a un referente como Yotún, cuyo rendimiento en lo que va del Clausura ha sido regular. El volante rimense tuvo una puntuación de 7.3 ante Vallejo y acertó 17 pases en total, con una efectividad del 65%. Pero no solo sumó en ataque, sino también en defensa, colaborando en la marca a Martín Távara. Esa dupla en el mediocampo le da fútbol a Cristal y le permite arriesgar un poco más cuando se trata de jugar de manera ofensiva.
La muralla Ignacio
El mejor jugador del partido fue Ignacio Da Silva. El defensor brasileño demostró por qué es uno de los pilares en el equipo de Nunes. Hizo un partido redondo, con coberturas correctas y recuperación de balón acertada. Fue quien apagó los incendios en su zona y siempre fue una garantía de confianza atrás, donde se ha convertido en un referente para Cristal. El central anuló a Yorleys Mena y tapó los espacios cuando pudo. Fue una muralla que no fue fácil superar.
Ese rendimiento, precisamente, incidió en el resultado. Cristal no recibió goles por el correcto partido defensivo que hizo. Ignacio fue el responsable de comandar su zaga junto a Gianfranco Chávez, también de buen partido. El brasileño despejó seis balones en los 90′ y se ganó una tarjeta amarilla. Lamentablemente, no podrá jugar la próxima fecha ante UTC por suspensión.
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