De la supuesta ‘camita’ a tocar el cielo en La Paz: ¿cómo hizo Nunes para reinventar a Cristal?

Cristal pasó de la supuesta ‘camita’ en el Rímac a tocar el cielo con las manos en la capital boliviana. Aquel episodio tras el partido contra César Vallejo enfrentó a Nunes con algunos de sus jugadores y dejó una imagen como prueba de que las cosas no andaban bien en La Florida. El desencuentro entre el técnico brasileño y el capitán Yoshimar Yotún quedó registrado frente las cámaras, generó todo tipo de reacciones y fue la excusa para que el DT ponga su cargo a disposición. El club hizo lo posible para retenerlo y hasta su propio plantel le pidió que se quede. Todo en silencio, dentro de casa, como se tienen que resolver los problemas. Y lo que vino después es historia conocida: 10 partidos invicto y la tranquilidad de que sus jugadores ponen el pecho por él.

Dicen que el fútbol es como la vida y hay mil argumentos que pueden sustentar esa afirmación. Cristal tiene los suyos, porque lo que vivió en poco más de un mes fue un ejemplo de aprendizaje a coscorrones. Fue un error necesario de un adolescente que sirvió como experiencia para ser un adulto mejor. Fue una reconciliación espiritual con el amor de tu vida tras una fuerte discusión. Equivocarse es parte del camino hacia el éxito y los celestes -desde aquellos que toman decisiones hasta los que saltan a la cancha para defender los colores del club- lo entendieron a la perfección.

Hoy, le sirve más a Cristal mirar hacia atrás, valorar el recorrido y no solo la foto del momento. Es cierto, las hazañas en la vida se disfrutan como los triunfos en el fútbol, pero se goza mucho más cuando hay un crecimiento de por medio, un cambio para bien. Y en Cristal, ese cambio se nota en el compromiso de sus jugadores. Desde aquellos que levantaron su nivel como Sosa y Brenner, hasta aquellos que se reivindicaron como en su rol de líderes como Yotún. Todos, desde el más joven hasta el más veterano, tienen responsabilidad en el sublime momento que les toca vivir.

Por eso, lo ocurrido con Cristal debería ser un ejemplo de superación para el resto de clubes. Como un hombre en crecimiento, se equivocó, reconoció el error y corrigió. Y cada una de esas etapas le permitió ser alguien mejor. El equipo está sólido, comprometido y con la actitud que se exige para conseguir los objetivos deportivos trazados a inicios de año. El sentimiento celeste sale a flote y el hincha se ilusiona con lo que puede pasar. Bajo el mando Nunes, Cristal sigue vivo en la Libertadores, y encara el Clausura con la ilusión de recuperar el trono en el fútbol peruano.

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