‘Chicho’ decidió rotar a su equipo, darle minutos a jugadores como Christian Cueva, de poca trascendencia en la campaña de Alianza Lima y con la necesidad de recuperar esa continuidad para reencontrarse consigo mismo. El DT entendió esa urgencia del jugador y lo colocó de titular, junto a Andrés Andrade, Bryan Reyna, Gabriel Costa y Hernán Barcos. Pero ‘Aladino’ no pudo estar en sintonía con lo que se pedía en la cancha. Trató de generar juego, busca al compañero y asistir; aunque el funcionamiento no fue el mejor y Alianza debió irse al descanso perdiendo el partido. Si el fútbol fuese justo, los ‘poetas’ -hasta allí- eran más que su rival y merecedores de la victoria.
La decisión de jugar así fue de Salas y, si el resultado hubiese sido adverso, la responsabilidad era toda de él. Rotar al equipo puede ser arriesgado, pero es necesario para equilibrar el desgaste físico del plantel. El problema era que Alianza sufría para sacar la victoria en Matute ante Vallejo. Y ‘Chicho’ leyó bien lo que ocurría. Movió su banco, hizo ingresar a Jesús Castillo y Franco Zanelatto en reemplazo de Andrés Andrade y Gabriel Costa, y las cayeron por su propio peso. Castillo gana un balón dividido a los 60′ y genera una ocasión de peligro. Ricardo Lagos saca un buen centro, Zanelatto pivotea y Bryan Reyna define. Ese gol fue la catarsis que Alianza necesitó para respirar mejor.
Salas empezó jugando el primer tiempo con un 4-1-4-1; pero con su dos primeras variantes volvió a la raíz de todo: recompuso su esquema táctico, regresó al 4-2-3-1 y Alianza recuperó el protagonismo del partido. Vallejo peleó para mantener lo que venía haciendo; es decir, achicar los espacios, friccionar el juego y buscar a Yorleys Mena, quien hacía los movimientos para generar peligro al arco de Franco Saravia. Sin embargo, ‘Chicho’ ya había equilibrado la balanza en el juego y solo faltaba darle el toque final para cerrar la victoria.
Otra vez movió el banco: envió al campo, primero, a Pablo Lavandeira por Reyna; y después a Aldair Rodríguez por Cueva. Y fue este último el encargado de poner todo en orden, de devolverle a Alianza la mística que por unos minutos había perdido jugando en Matute. El atacante apareció a los 81′, dio la media vuelta y fusiló de derecha a Carlos Grados. Toda de él y de Salas, quien hizo los cambios correctos en el momento adecuado para definirlo todo.
Es cierto, Alianza no jugó bien ni hizo su mejor partido de local; pero queda la certeza de hasta jugando mal puede alcanzar para ganar. Tal vez Vallejo mereció más porque jugó mejor el primer tiempo; pero la foto final es la que manda en el fútbol y con goles consigues buenos resultados. ‘Chicho’ demostró que es el DT ideal para el cuadro blanquiazul, arriesgó con rota a su equipo y acertó con los cambios para asegurar un triunfo clave. Ante Vallejo tuvo licencia para experimentar; pero no para perder. Ese era el partido a ganar para afianzarse en la cima del Apertura y respirar tranquilo. Lo consiguió como solo él sabe hacerlo.
Por ahora, queda la tranquilidad de que Alianza depende de sí mismo para quedarse con el primer torneo del año y clasificarse a los playoffs por el título nacional. El próximo reto será Municipal y allí tampoco hay margen de error. Plantel tiene de sobra y comando técnico también.
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