Un alto y notable dirigente de Alianza Lima necesita ordenar la casa y mudarse junto a su familia fuera del país. Por lo menos eso dice su interlocutor, con absoluta cortesía, que le ha escrito por redes sociales a Miguel Ángel Melgar, un joven peruano coleccionista de indumentaria y otros souvenirs sobre Alianza Lima. Son las 7 a.m. del 12 de diciembre del 2022. Faltan 12 días para Navidad. Pero esa mañana en particular, Melgar esperaba cualquier cosa, un perfume, unas zapatillas, quizá la camiseta con la que su equipo va a salir campeón una vez más.
Era su cumpleaños. Lo que no esperaba es que un hombre, que luego se identificó con foto y DNI por el chat de Facebook, estuviera a punto de ofrecerle un regalo buscado por años, la corona de su colección: la camiseta del combinado Alianza Lima y Deportivo Municipal que hizo posible una hazaña que no se ha vuelto a repetir: golear 4 a 1 al equipo de Bayern de Múnich. Fue el 7 de enero de 1971.
-Cómo entenderás, mi cumpleaños duró una semana, jeje. Hasta ahora no creo cómo así tengo esta joya, dice. La camiseta, en la parte superior aliancista y en la parte inferior roja, unida por un escudo que une al de Alianza con el de Muni con una franja roja, se ve impecable.
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Se trata de la época dorada del fútbol peruano: Perú se había presentado en mundiales -el 70- dejando una impresión notable: hombres con pies de hule que iban construyendo paredes como arquitectos. De esa generación destacaban, sobre todo, dos geniecillos: los jóvenes Hugo Sotil y Teófilo Cubillas. En el libro Temporadas Internacionales de fútbol en Perú 1924-1974, el periodista y escritor Antenor Guerra-García cuenta un detalle: “Aquel combinado tuvo dos entrenadores, Jaime de Almeida, técnico brasileño identificado con Alianza y Tito Drago, del Echa Muni. En el equipo que salió al césped seis eran del equipo de la franja y cinco blanquiazules”. No sorprende que hayan sido Alianza Lima y Deportivo Municipal los elegidos para formar un combinado histórico: el Alianza-Muni que el 7 enero de 1971 venció al Bayern de Múnich en el viejo Estadio Nacional. Ocurrió hace 52 años ante 41.507 espectadores, sentados cómodamente en bancas de madera cuyo único recuerdo tangible está en el Lolo Fernández de Breña, a donde fueron a parar algunas docenas. Los futbolistas dirigidos por Roberto Drago (Deportivo Municipal) y Jaime de Almeida (Alianza Lima) anotaron cuatro goles, dos de ellos fueron de Cubillas, cuando no tenía enemigos. Las otras dos anotaciones corrieron por parte de Pedro Perico León y Orlando Guzmán.
Motorcito, que así le decía Pocho Rospiglioso en aquellos años a Guzmán, me dice una tarde del 2020, cuando le pregunto por esa noche: “Fue la mejor de mi vida. Hasta ahora recuerdo cómo pasaba por mi lado Beckenbauer. O la cara que puso Sepp Maier cuando le metí un gol. Lástima que no conservé mi camiseta”.
El libro "Temporadas internacionales de fútbol en Perú. 1924-1974" puede conseguir a través del teléfono 975-562-582.
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Los coleccionistas son los guardianes del pasado y en el Perú multiplicado por mil, daa nuestra costumbre nacional de mirarlo hacia atrás con olvido y casi con desprecio. Coleccionistas de la ‘U’, Alianza, Cristal, Boys y Melgar consultados para este reportaje coinciden en que esta camiseta, fabricada en la entonces poderosa Player de la Familia Paz es un hallazgo de incalculable. “Aunque tiene una mancha en la parte baja y un tirón hacia el cuello, un jalón que era previsible por el delicado hilo con que era elaborado, es una joya. Está en perfecto estado”, dice Melgar, que ha decidido abrir su colección personal de camisetas al público, previa coordinación. La prenda pertenecía -ya se sabe- a la familia de un aristocrático apellido aliancista, que decidió que pase a manos de alguien que pueda cuidarla en los años que vienen. Sobre los costos del rescate, Miguel Ángel Melgar prefiere ser cauto: es la segunda más cara de su colección, sí, un precio pagado en dólares al que llegó luego de cuatro días de negociación. Un dato: una camiseta Player de finales de los 60 y principio de los 70 puede costar en el mercado local no menos de 3 mil dólares. Ahora va en busca de las diecinueve camisetas de Alianza Lima que ha anotado en una lista, indispensables para su colección, que aún le faltan.
Lo que viene ahora es cumplir con la regla dos de todo buen coleccionista: tratar de que el público pueda verla, apreciarla, admirarla. Doy por descontado la regla uno. Esa que dice que la va a cuidar como si fuera la camiseta fuera un bebé.
EL DATO
Para contactarse con Miguel Ángel Melgar y ver su colección pueden escribirle AQUÍ
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