Melgar lo volvió a hacer. El ‘Dominó’ se refugió nuevamente en su fortín arequipeño, el Estadio Monumental de la UNSA, para conseguir un triunfo valiosísimo (1-0 sobre Alianza Lima) que le acerca a la gloria nacional, pero que no le da la garantía suficiente de poder concretarlo sí o sí el fin de semana.
MIRA- ¿Rugirá el ‘León del Sur’ en Matute? Melgar le ganó la primera final a Alianza | CRÓNICA
Con solo un gol de ventaja en el marcador, Melgar es consciente que aún nada está dicho en estas finales. En el Matute falta jugar la revancha entre blanquiazules y rojinegros, por lo que cualquier cosa puede pasar.
De todas formas, es una victoria importante para el ‘Dominó’ ante un rival que ha sido muy difícil de anotarle. Por eso, en esta nota analizamos las claves principales que impulsaron el triunfo por la mínima diferencia del cuadro que dirige Pablo Lavallén.
***
1. La influencia de la altura
La altura siempre es un factor muy influyente en este tipo de partidos decisivos. Por ello, Melgar, al igual que en las semifinales ante Sporting Cristal, se sirvió de los más de 2.300 metros sobre el nivel del mar de Arequipa y en el calor de la tarde -programó nuevamente la ida a las 3:00 p.m.- para sacar doble ventaja en el enfrentamiento contra Alianza Lima.
Al inicio no parecía estar ayudando mucho esta situación favorable para el ‘Dominó’. Los ‘íntimos’ lidiaron correctamente con la altitud y el bochorno, pero llegó un momento en el que el cansancio empezó a traicionarles. Justo en ese momento Melgar lo aprovechó y encontró así el gol de la victoria.
Incluso, ya con Alianza golpeado, Melgar buscó seguir celebrando goles en los minutos finales, pero la fortuna no estuvo de su lado. De igual forma, el 1-0 le sirve mucho.
2. El Estadio Monumental de la UNSA, un fortín
A diferencia de la semifinal, Melgar esta vez sí llenó su estadio por completo. Pese a que nuevamente el partido se desarrolló en un horario molesto, los arequipeños supieron sacrificar cualquier responsabilidad que tenían este día para hacerse presente en las gradas, alentando sin cesar a los jugadores rojinegros y generando una gran presión sobre los contendientes aliancistas.
Es así que el Monumental de la UNSA volvió a ser un auténtico fortín, donde las virtudes del ‘Dominó’ suelen prosperar al máximo. El cuadro de Lavallén supo usar la localía a su favor, contando con un 71% de posesión, y se mostró superior a su rival, aunque no por mucho a nivel futbolístico.
De hecho, Alianza Lima tuvo muchas oportunidades para poder anotar, pero Melgar -cauteloso y sutil- no solo estaba destinado a ganar en casa, sino también a dejar su valla invicta como lo hizo muchas veces a lo largo de la temporada.
Su gran poderío de local así lo anunciaba: el club arequipeño -el mejor en esta condición- ganó 17 de los 19 partidos que disputó en casa en todo el año antes de la final, contando la semifinal ante Cristal, y apenas encajó seis goles. En estas cifras se refugió, entonces, para poder sacar otro buen resultado de local y salvaguardar su portería con eficiencia.
3. Seguir intentando
Melgar, pese a tener el mayor dominio del balón, le costó mucho reflejar ese dominio en el marcador. Desde el primer tiempo, el ‘Dominó’ intentó anotarle a su contendiente y sacar ventaja, pero sus atacantes se mostraron erráticos más de una vez.
No contentos con ello, los delanteros de Melgar siguieron intentando en el complemento y su esfuerzo finalmente dio frutos, aunque quizás no de la forma que imaginaban. Bernardo Cuesta tomó la responsabilidad de guiar a su equipo en el frente de ataque y tras un centro peligroso en el área chica pudo provocar el autogol de Yordi Vilchez.
Lamentablemente para los ‘rojinegros’, no pudieron estirar la ventaja en el último cuarto de hora y se tuvieron que conformar con el 1-0.
4. La muralla aliancista
Algo que no se puede dejar de mencionar es el buen planteamiento que hizo Guillermo Salas en Arequipa. Ya con el respaldo de haber conseguido dos triunfos importantes en altura en las fechas finales del Clausura -Cusco y Ayacucho-, ‘Chicho’ consiguió otra vez que su equipo no se vea inferior a su rival en este terreno complicado para cualquiera.
Desde el primer minuto, la misión de Alianza Lima fue clara: esperar a Melgar y defender con paciencia sin replegarse mucho. Esta fórmula le sirvió bastante a los ‘íntimos’, que supieron anular la mayoría de ataques del ‘Dominó’ a la perfección.
Más allá del error de Vílchez -por su autogol-, el zaguero hizo un partido correcto en general con siete despejes, un tiro bloqueado y cuatro intercepciones, según Sofascore. Asimismo, su pareja Pablo Míguez se lució con 10 despejes y tres intercepciones.
Los otros jugadores que fueron fundamentales en este sentido fueron los laterales, Richi Lagos y Gino Peruzzi, sobre todo este último, que hasta le evitó un gol a Luis Iberico. En tanto, Ángelo Campos, aunque no tuvo que participar mucho, se mostró firme bajo los tres palos cuando Bernardo Cuesta intentó anotarle con un zapatazo.
Aunque se perdió, el hecho de que tan solo haya sido por un gol con diferencia, deja con chances latentes a Alianza Lima, que buscará la remontada en el Matute, amparándose otra vez en una auténtica muralla defensiva, que ha sufrido su primer gol después de cuatro partidos con la valla invicta.
5. Falta de efectividad
Este resultado se debe, en gran parte también, a la falta de efectividad de los aliancistas y también de los rojinegros. Los dirigidos por el ‘Chicho’ Salas, en primer lugar, tuvieron más de una ocasión clara para poder anotar, pero lamentablemente para ellos no supieron concretar sus jugadas con efectividad.
De hecho, Alianza Lima remató 11 veces -dos directos- en todo el partido y no pudo celebrar. De las más claras, Lavandeira se perdió un mano a mano en el primer tiempo ante Cáceda y Hernán Barcos erró en un disparo dentro del área que se marchó ligeramente desvíado y que tranquilamente pudo haber sido el empate.
Melgar, por su parte, también remató 11 veces a la portería de Alianza Lima, aunque solo en una tuvo que intervenir Cáceda. De igual forma, en jugadas de peligro a su favor, Iberico y Cuesta -básicamente- no pudieron resolver con eficiencia.