Incondicionales. Pese al inusual horario, los hinchas de Alianza Lima llenaron Matute y fueron testigos del triunfo de su equipo ante Sport Huancayo por la Liga 1. Más allá del resultado, el cual mantiene al equipo de Wilmer Aguirre y compañía en la pelea por el Clausura, el periodista Erick Osores quedó sorprendido con el ambiente de fiesta que se vivió.
“Quería subrayar una parte que para mí sí es importante (...). Crecí con estadios llenos, tripletes, casa llena, ambiente, sensación de que todo puede pasar. Después, con el pasar del tiempo, el campeonato peruano se hizo un torneo de soledad, con pocos hinchas, máximo a media cancha llena. Entonces, no se puede dejar pasar por alto lo que esta pasando con los hinchas de Alianza Lima en Matute”, indicó en su programa de ESPN.
Para el comunicador, la presencia de los aficionados en el Alejandro Villanueva no solo genera motivación en los dirigidos por Carlos Bustos, sino que también es un factor que perjudica a los rivales que visitan el recinto.
PUEDES VER: ¿Por qué Juan Reynoso se volvió tendencia tras la histórica goleada del América al Cruz Azul?
“Muchos dicen que los de afuera son de palo, no hacen goles. El hincha no hace más que alentar. Yo no coincido con esa teoría. Yo creo que jugar hoy en Matute es meterte a una cancha en la que estás medio a cero abajo desde el saque. Es un infierno ir a Matute para cualquier equipo. Hoy, Huancayo, con un equipo bien hecho, la terminó pasando mal con Alianza”, agregó.
Asimismo, Osores remarcó la disposición que tiene los fanáticos íntimos para alentar al equipo en todo momento. Incluso se animó a mencionar que el ‘espectáculo’ que ofrecen no tiene nada que envidiarle al fútbol europeo.
“Quiero valorar esa actitud de los hinchas de Alianza Lima, que agotaron los boletos en tiempo récord. Esta no es la primera vez, sino que lo vienen haciendo hace tiempo de una forma que es para el aplauso. Incluso después del 8-1 ante River, lo hicieron (...) Alianza ha ganado un hábito, una química entre su gente y los jugadores. Por lo que se vive ahí (Matute) es como si fuese un partido de otra liga, de Sudamérica, de Brasil o de Europa”, concluyó.