“Universitario sin problemas es el paraíso”, filosofó alguna vez Miguel Torres, antiguo extremo crema. Pero la realidad es que sin entripados y erupciones la ‘U’ no sería la ‘U’, esa religión incomprendida y en ocasiones salvaje. Las victorias saben mejor, en medio de la polémica y el barullo. Quienes tienen a ‘Lolo’ como santo patrono lo saben bien.
Hoy, en el Monumental, la ‘U’ derrotó por 2-0 a Carlos Stein, en lo que supone el segundo triunfo consecutivo de Carlos Compagnucci. Pero la noticia, por tratarse de la ‘U’, no solo puede ser esa. Lo que más se ha cuchicheado por la tarde ha sido la notoria ausencia de Alex Valera, el centrodelantero titular del equipo. ¿Represalia por su frustrado pase al Al-Fateh de Christian Cueva? ¿Decisión técnica por no haber estado concentrado en el partido durante la semana? ¿Alguna lesión repentina?
Antes de que los equipos salieran a la cancha, el reportero de la cadena que tiene los derechos de televisión abordó a Manuel Barreto, director deportivo de la institución, para despejar las consultas de la gente. Barreto fue honesto: Valera no se va porque no tienen cómo reemplazarlo. Han optado por el proyecto deportivo antes que por las arcas del club. Un hecho inusual tratándose de un mercado que vende jugadores al exterior con la misma frecuencia con la que los clubes peruanos pasan a los octavos de final de la Copa Libertadores. Pero una decisión cuerda si tomamos en cuenta que el campeonato acabará en tres meses.
Eso para el club que, evidentemente, busca lo mejor para sus intereses. El monto de la transferencia no fue el que se creía y han decidido esperar. ¿Es lo mejor para Valera? Probablemente no. A los 26 años, la carrera de Valera es una escalera vertiginosa, y él no desea que se detenga. Asegurar su futuro para quien hace tres años jugaba en Llacuabamba es lo más natural del mundo. Nadie puede reprochárselo. Pero tal vez su entorno no lo esté ayudando como debería para procesar esta venta fallida, y comprender que si sigue así ofertas no le faltarán.
Sobre la ausencia de Valera en la lista de dieciocho, Barreto intentó ser lo más diplomático posible, pero su mensaje se entendió con claridad: el ‘9′ no estaba apto. “La disposición que muestran todo los jugadores para entrenar durante la semana. De acuerdo a eso, el técnico elige a los mejores 18 para representar a la ‘U’ ante toda esta gente y los que nos ven por televisión. Estos 18 son los que mejor dispuestos se han mostrado en la semana para entrenar y ganarse un lugar”, explicó Barreto.
En cuanto al partido, Succar se esforzó para que el equipo no se resintiera. Su movió por todo el frente de ataque, como lo hacía en la San Martín. Sin embargo, los encargados de alimentarlo no estuvieron finos, precisamente. No es casual que Compagnucci haya sacado del campo a Andy Polo y a ‘Chiquitín’ Quintero a la vez para permitir el ingreso de Hernán Novick y Rodrigo Vilca. Si los extremos no se descuelgan, mejor intentar por el medio.
A los 73′, Takeuchi le cometió un penal grosero a Vilca y, aunque Quina era el encargado de patearlo, Novick cogió la pelota y nadie pudo arrebatársela. Derechazo a media altura para abrir la cuenta y relajar los ‘muñecos’. En los descuentos, Succar habilitó en gran forma a Vilca, y el exMunicipal definió de zurda, cayéndose. Compagnucci puede sentirse complacido: los goles vinieron desde el banco.
De esta manera, Universitario sumó siete puntos y se puso a dos unidades de Alianza Lima. Triunfo para no afiebrar más el ambiente y resolver los problemas de la puerta para adentro. Si se puede, claro.