Muchas veces las expulsiones enfadan a los jugadores hasta el punto de perder los papeles e irse a los vestuarios totalmente furiosos. Esta vez no fue así. Muy lejos de estar molesto, Oswaldo Rivas, decidió abrazar al árbitro Ramón Blanco después que lo echara por derribar a Ballón en el borde del área.
Para el defensor pucallpíno no importó la expulsión, para él lo vital fue detener a Ballón y no dejar que Sporting Cristal les voltee el partido en los minutos finales. EL hecho generó las risas de todos los espectadores que fueron al estadio Aliardo Soria.
Y es que a pesar de ir ganando y dejarse empatar, este resultado es vital para Sport Loreto pues, con dos partidos más por jugar, aún tiene chances de salvar la categoría y jugar en primera división en el 2016.
Sporting Cristal por su parte comenzó perdiendo pero sobre la hora logró un empate que lo sigue dejando como el principal candidato para quedarse con el título del Torneo Clausura. El martes se mide con Melgar en un partido que puede definir todo.
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