Universitario | No hay explicación alguna para hacer entender a un dolido corazón crema sobre la derrota de su equipo ayer en el Nacional. No existe en estos momentos. No se puede achacar la culpa a los ausentes, a los errores defensivos, al planteamiento, al técnico o a quien se le ponga al frente, porque un equipo como Universitario, estando en instancias finales y con la gran chance de colocarse único en la punta del Torneo Clausura, debe ganar sí o sí.
Escribe: Gerardo Carpio
De cualquier forma. La historia lo precede. La raza de campeón debe aflorar ante la ausencia de virtudes. No puede dejar escapar oportunidades porque nunca más se vuelven a presentar como en esta jornada que ya pasó. El 3-0 que le propinó Deportivo Municipal no es entendible para nadie.
El marco multitudinario que presentó ayer el coloso de José Díaz, precedido con lo ocurrido horas antes en el Gallardo con Sporting Cristal, hacía presagiar que Universitario salía con los tres puntos frente a un equipo que no ganaba hace más de tres meses. Sin embargo, desde el minuto uno, se estrellaron con una cruda realidad.
El conjunto edil mostró un pressing incisivo en todas sus líneas, donde la volante crema no respondió. Ni Rafael Guarderas, ni Jesús Barco ni mucho menos Enmanuel Páucar -el más bajo de los tres- pudieron tener el balón al menos un minuto.
Sin un apoyo del mediocampo, la línea de ataque merengue era inútil y Municipal avasalló a sus rivales. Avisó a los 3’ con un cabezazo de Vilca, pero que fue bien atajado por José Carvallo, el sacrificado de la tarde.
Sin salida del centro, la ‘U’ apelaba al juego corto de su defensa, pero no solo vale las intenciones. Christian Ramos jugó uno de sus peores duelos con la divisa crema y propició el primer gol edil, luego de fallar en salida (tuvo tres más en el duelo). El balón lo tomó Murillo que genera un foul cerca del área y que es convertido en gol por Bogado a los 22’.
Debacle total
Tras el gol, la garra nunca surgió en los once jugadores merengues que se encontraban en la cancha y seguían en un limbo futbolístico donde prolongaron su estadía por 68 minutos más.
Ángel Comizzo hizo ingresar a Anthony Osorio para ganar un hombre arriba, pero no se daba cuenta que la pelota estaba desaparecida en su mediocampo y siguió con el mismo juego intransigente en el complemento.
Fruto de eso se originó el segundo de Deportivo Municipal apenas a los 5 minutos. Nuevamente Ramos origina una serie de errores en salida, y el balón queda a merced de Cabrera, que remata desde fuera del área y acierta en hacer el gol.
Lo que sucedió en los 40 minutos restantes no tiene mayor explicación. Con el corazón de los hinchas cremas ya rotos, lo que sucedía luego era una secuencia de hechos lamentables que no vale la pena comentarlos. ‘Muni’ incrementó el marcador con un tanto de penal de Obregón y la pesadilla fue más terrorífica para Comizzo y compañía, que no saben lucir a la ‘U’ como lo que siempre fue, un equipo grande.