En la última convocatoria de Ricardo Gareca para los amistosos de la selección peruana, Gabriel Costa fue la gran novedad. En el primero de los dos partidos (derrota 1-0 ante Ecuador en Nueva Jersey) y con solo 45 minutos en la cancha, fue una grata sorpresa. “Nos deja conformes”, señaló el técnico Gareca sobre el extremo de Colo Colo en conferencia de prensa luego del encuentro. En su debut con la Bicolor, el uruguayo-peruano demostró que tiene condiciones suficientes para ganarse un lugar en el nuevo proceso rumbo al Mundial Qatar 2022.
Es cierto, solo jugó medio tiempo, pero eso no quita mérito a lo que hizo en el campo. En una época en la que se le pide más minutos para muchos convocados que no logran hacerse un sitio en el equipo, el goleador de Colo Colo en el año (lleva ocho tantos en 23 partidos) demostró que tiene argumentos para seguir siendo parte del universo de jugadores del ‘Tigre’.
En los primeros y únicos 45 minutos que el ex Sporting Cristal tuvo con la selección, estas fueron las virtudes que más resaltaron:
1. Movilidad: Si hay algo que la Blanquirroja tuvo en el primer tiempo y le faltó en el segundo fue movilidad de los atacantes. Costa empezó el partido como volante por la derecha, pero conforme pasaban los minutos fue desplazándose por todo el frente de ataque. Apareció por el medio, por la izquierda, como ‘9’ al lado de Raúl Ruidíaz. Incluso, en algunas ocasiones se acercó a Renato Tapia y a Christofer Gonzales para empezar las jugadas de ataque.
2. Personalidad: Debutar con la selección no debe ser nada fácil. Menos aún si eres extranjero. Gabriel siempre pidió el balón, fue referencia de pase, buscó los huecos libres para quedar mejor acomodado de cara a la jugada. Cuando había que encarar, lo hacía. Y cuando era necesario el pase, se decidía por tocar. Eligió siempre la mejor opción, la que le pedía la jugada.
3. Sacrificio: Una de las cosas que siempre se rescató del volante es ese sacrificio que hace en beneficio del equipo. Y con la selección no fue distinto. Cerró su banda para evitar las trepadas del lateral izquierdo ecuatoriano Diego Palacios. En muchas divididas ganó y generó peligro recuperando balones en zona de ataque.
4. Comprensión: En el primer tiempo, las mejores llegadas de la selección peruana fueron por la banda derecha, esa que Costa y Advíncula compartieron, con Christian Cueva pegándose a ellos. El uruguayo-peruano supo entenderse a la perfección con sus compañeros y tuvo criterio para saber cuándo tocar o hacer una pared, y cuando trasladar unos metros hacia adelante.
-Noveno nacionalizado-
Otro punto a resaltar es que Gabriel Costa se convirtió en Nueva Jersey en el noveno futbolista nacionalizado en jugar por la selección peruana, y el segundo uruguayo tras Julio César Balerio, el recordado portero de Sporting Cristal en la década de los noventa.
La Blanquirroja tuvo a cinco argentinos (Ramón Quiroga, Humberto Ballestos, Óscar Ibáñez, Gustavo Tempone y Horacio Calcaterra), un brasileño (Julinho) y un colombiano (Juan José Barros). De todos ellos, Ricardo Gareca usó a Calcaterra el año pasado y ahora a Costa.