El VAR es lo mejor que le pasó al fútbol. No conoce de peso histórico ni de presiones externas. A veces te da y a veces te quita sin importar quién seas. Nos ahogó dos gritos de gol frente a Venezuela, pero contra Uruguay nos los devolvió. Sin él no ganábamos este partido. Así es el videoarbitraje. Y más allá de cuestiones a mejorar, es indiscutible que le da equidad y justicia a este deporte tan hermoso.
Pero al VAR también hay que ayudarlo. La selección logró dejar adelantados en dos oportunidades a los delanteros uruguayos. Y claro que hay mérito en eso. Con esta implementación las defensas estarán más seguras de hacer la línea sin que pueda caber la posibilidad de un error del juez de banda. Y así lo hizo el equipo de Ricardo Gareca. Primero fue Carlos Zambrano quien dio un paso hacia adelante y dejó en off side a Edinson Cavani; y en el segundo tanto, la defensa mantuvo de manera perfecta la línea y eso permitió que Luis Suarez entre en zona adelantada y así no valiera su gol. Ambas claramente fueron posiciones adelantadas de VAR.
Sin embargo, es importante decir que Perú no ganó por el VAR. La Selección pasó a semifinales porque superó muchas dificultades antes y durante el partido. No era fácil salir adelante luego de la goleada de Brasil el fin de semana pasado. Ni para Pedro Gallese ni para todos sus compañeros, porque hay formas de perder y esa fue la peor. No era sencillo disputar un partido con lluvia ante un equipo acostumbrado a ganar en la fricción y en el juego aéreo. Y, por último, el rival era uno de los candidatos al título con quizá la mejor delantera del mundo. Todo en la previa era muy complicado, pero nunca imposible.
El partido contra Brasil resultó ser beneficioso porque desnudó nuestras falencias defensivas y permitió que el técnico corrija numerosos errores. La lección fue tremenda. Aquel día Perú no encontró la pelota y fue demasiado frágil en defensa. Ayer, en muchos pasajes del encuentro no pudimos tener la posesión de balón, pero siempre fuimos un equipo con una importante disciplina táctica y con una entrega conmovedora. La lluvia hacía que fueran difíciles los controles y los pases, pero no mermó nunca ni el correr ni el orden. El equipo entendió que cuando no se puede jugar, hay que ser combativo y así luchó los noventa minutos. Uruguay terminó perdiendo casi a la uruguaya.
Me gustó la desfachatez para jugar de Miguel Trauco y la tenacidad en la marca de Zambrano. Gallese volvió a ser el arquero que salva y Paolo Guerrero es garantía de lucha. Cómo ingresó Christofer Gonzales, así se tiene que entrar a un partido caliente. Mención aparte para los penales que fueron perfectamente ejecutados. Ahora toca enfrentar a Chile en las semifinales, así como en el 2015. Nuestra selección y Carlos Zambrano tendrán su revancha; Perú deberá mantener la solidez defensiva y agregarle mayor juego para generar distintos caminos al gol que por ahora es la deuda de este conjunto.
El miércoles el VAR hará su trabajo y no sabemos si será a favor o en contra de Perú. Sólo espero que no se le necesite para obtener un resultado. Que la superioridad en el juego sea la que nos lleve a la final y no una decisión de los árbitros.