Si Didier Deschamps quiere saber cuál es la fórmula para derrotar a Croacia el domingo debería consultar al argentino Ricardo Gareca o al brasileño Adenor Leonardo Bacchi “Tite”.
Ellos son los únicos que han dado con la fórmula para vencer a los aguerridos Vatreni desde que Zlatko Dalic se hiciese cargo de la selección croata en octubre de 2017.
Desde entonces, el técnico bosnio-croata se ha mantenido invicto en nueve partidos oficiales y tan sólo en dos ocasiones fue derrotado en amistosos, en la etapa de preparación del Mundial.
La primera vez fue el 24 de marzo en Miami (Florida, EE.UU). Croacia notó la ausencia de Dejan Lovren y Perú se aprovechó de sus dudas en defensa. Se impuso gracias a los goles de André Carrillo (m.12) y Edinson Flores (m.48). Los de Dalic no fueron capaces de reaccionar ni con la expulsión de Yoshimar Yotun (m.74).
La segunda derrota ajedrezada se produjo justo antes del Mundial, contra Brasil. Fue el 3 de junio, en Liverpool (Reino Unido), en el encuentro que marcó el regreso de Neymar tras más de tres meses de lesión.
En Anfield, entró Neymar en el segundo tiempo y cambió el partido. Marcó un gran gol a los 69 minutos y Brasil completó su fiesta con un tanto de Roberto Firmino en el 93. La Canarinha desató la euforia en su afición en vísperas del Mundial y en Croacia aparecieron las primeras críticas al técnico.
“Sin esos partidos no habríamos llegado a la final, porque nos ayudaron a mejorar”, admitió el jueves en rueda de prensa Zlatko Dalic.
Setenta días después, mientras Brasil lamenta su temprana eliminación del torneo y Perú está a la espera de la decisión de Ricardo Gareca sobre su continuidad, Dalic es el hombre del Mundial.