Era un portento: tapaba 8 puntos por fecha, físicamente lucía impecable y de la cabeza ni se diga. No por la chapa de Superman, aclaro. En él, Raúl Fernández, se combinaba una cara mezcla que incluía sus condiciones, una pasantía con Abbondanzieri en Boca y los consejos de generales como el Negro Galván o técnicos del porte de Ricardo Gareca que –ahora lo sabemos- saben elegir. Y para el Tigre, en ese 2008 –como para Reynoso un año después- Raúl era el número uno.
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Luego de salir campeón en el 2009 con la ‘U’ –y completar su soñada tarde en la final de Matute- se fue a Europa y la historia parecía completa.
¿Qué ha pasado con Raúl Fernández desde entonces? ¿Por qué dejó de ser un arquero de selección? Primero, la para. En Niza, a donde se fue a pelear el puesto con David Ospina apenas tapó 7 partidos en tres años, un lujo para un puesto que necesita jugar y que venía –su caso- con el envión de ser un arquerazo en Perú. Y aunque luego cambió la Ligue 1 por la MLS y en Dallas tapó más de 50 partidos en dos temporadas, su regreso a Perú también le jugó en contra y se comió más banco del previsto. Eso, por la seguridad de Carvallo y el crecimiento de Cáceda: en los últimos dos años fue titular menos de 20 partidos. No lo dejaron tapar ni en las pichangas.
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Pero no fue solo por nivel, también por salud. En abril del 2016 el arquero de Universitario recibió una grave noticia: tenía roto el ligamento cruzado de la rodilla derecha y debía ser operado de urgencia. Eso implicaba otro tiempo de recuperación, tratamiento, terapia y cero arco. Los dos Ronaldos –el Fenómeno y el Cyborg- sufrieron una lesión similar. Después de la cirugía los dos volvieron y aunque uno tuvo mejor suerte que el otro, optaron por la que parecía la mejor decisión. Raúl no se operó.
Así pasó el tiempo, perdió distancia y cuando llegó la hora de las urgencias –el 2018-, todo eso parece pesar. Lo que en su época de Superman se borraba con tapadones, hoy es un drama porque es uno de los líderes del equipo y porque, sencillamente, su error es gol.
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Casi diez años después del Fernández que tapaba todo, hoy se ha vuelto a lesionar y con ello, el desastre: más para. Un golpe duro para esta ‘U’ ya no tiene más CUERPO dónde aguantarlos. Pero es, también, una nueva posibilidad de replantear su carrera. Si ya volvió con prisas y más por ímpetu que actualidad, y si ya arriesgó su prestigio y en consecuencia el de la ‘U’ –un error suyo costó la clasificación en la Copa; en el clásico también dudó y Alianza ganó-, esta vez su regreso no admite fallas y lo necesita en su estado top.
Lo ha hecho Vargas, por ejemplo: dejó de jugar hasta ponerse bien y el domingo tuvo sus mejores minutos en años. Es sano descansar, hacer una pausa, ir al banco. También se suma desde ahí. Es lo que corresponde para un arquero que estuvo muy cerca del póster y hoy es castigado en todos los memes.