Tras el escándalo que se desató el 27 de abril del año pasado al finalizar el partido entre Palmeiras y Peñarol, Boca comienza la Copa Libertadores 2018 con un verdadero dolor de cabeza.
En aquel encuentro, Felipe Melo y Nahitan Nández comenzaron una tremenda batalla campal cuando el brasilero le dedicó el triunfo del conjunto paulista al charrúa, este no se la bancó y se trenzó a golpes de puño frente los árbitros. La gresca se trasladó al resto de sus compañeros y a las tribunas.
Las sanciones que dispuso la Conmebol comienzan a surtir efecto y uno de los mayores afectados es el mediocampista de Boca. El uruguayo fue suspendido por cinco jornadas (de las cuales arrastra tres) afuera de cualquier competencia internacional, por lo que se perdería la mitad de los encuentros de la fase de grupos, algo que tiene inquieto a Guillermo Barros Schelotto ya que no puede contar con Fernando Gago por lesión y a Pablo Pérez para el primer partido tampoco lo tendrá como opción.
Por esta cuestión, el mandamás de Boca, Daniel Angelici, confirmó en una nota con Boca de Selección que el club que preside elevó una queja al Tribunal de Apelaciones de la Conmebol para intentar que le reduzcan la cantidad de partidos: “Hemos hecho una presentación en Conmebol por Nández, vamos a esperar por una reducción pero no soy muy optimista”. El club de la Ribera se apoya en el ‘caso Melo’ a quien se le redujo la sanción de seis a sólo tres encuentros, un mes después cuando Palmeiras apeló. El problema mayor es que Peñarol en su momento no siguió esos pasos y, con los plazos vencidos, el reclamo xeneize pierde fuerza.
Boca comparte el grupo 8 del certamen con Alianza Lima, Palmeiras y un rival a confirmar del repechaje. El debut del equipo argentino será el 1 de marzo en Lima frente al Alianza.