El último momento feliz de Perú en un Mundial lleva su nombre. El tanto que marcó a Polonia, el del descuento en la olvidable caída 5-1 en La Coruña, fue el punto final de la selección en las copas del mundo. Guillermo La Rosa no sabe si alegrarse o deprimirse cuando recuerda aquella jugada, cuando se abre paso entre varias piernas polacas y fusila al portero Jozef Mlynarczyk. Pero hoy presiente, con esa intuición que lo hizo goleador, que las cosas están por cambiar. Cree que muy pronto su gol dejará de ser el último de la historia de la Blanquirroja en los mundiales.
—¿Qué siente cuando le recuerdan que su gol fue el último que marcó Perú en las copas del mundo?
Fue un momento alegre porque era mi primer gol en los mundiales, pero también triste porque perdimos contra Polonia. Sin embargo, más pena me da porque me recuerda que hace mucho no vamos al Mundial. Tengo fe en que eso va a cambiar. Hoy tenemos una gran oportunidad, nos falta poco.
—Asistir a dos copas del mundo es un lujo que cualquier jugador no se da...
Sí, tuve la suerte de coincidir con una buena camada de jugadores estrellas como Cubillas, Cueto, Velásquez, Uribe, Chumpitaz, entre tantos otros. Jugué en una época muy buena y me quedan lindos recuerdos.
—Al margen de las diferencias individuales, ¿cree que el seleccionado de hoy es lo más parecido a los equipos mundialistas que usted integró?
Esta selección está jugando como nos gusta: pelota a ras del piso, con picardía, con amor a la camiseta, existe un gran compromiso de todos. Estos chicos han logrado buenas cosas en el proceso y se encuentran en esta situación porque han dejado el alma en la cancha. Se ha formado una selección compacta. Los chicos han captado la idea de Gareca. Es un equipo sólido, que tiene seguridad en el campo. Eso se nota en cada partido.
—Usted también enfrentó a equipos muy físicos como Nueva Zelanda. ¿Cree que ese tipo de rivales le conviene a Perú?
Más que las características de los rivales, si Perú juega como hasta ahora, pienso que las posibilidades de ir al Mundial son muy grandes. Deben jugar con tranquilidad y saber que tienen todas las armas para ganar. Hay que hacer circular la pelota en el medio, tenerla, y en los últimos 20 metros intentar sorprender con fintas y amagues. Eso le duele a equipos con defensas muy grandes.
—¿Considera que alguno de los jugadores actuales podría haber actuado con ustedes en alguna selección mundialista?
Claro, todos juegan bien. Lo que muchos hinchas no entienden es la presión que tienen estos chicos: 35 años sin mundiales pesan. Es como cuando te cuesta pasar de año en el colegio. Siempre sacas malas notas y eso te va generando situaciones traumáticas y un peso grande. Entonces te cuesta estudiar. Eso es lo que nos pasa con la selección. El jugador lo siente y lo sabe. Es más fácil para el que está acostumbrado a clasificar. Juega con más confianza. Sabe que si pierde al siguiente partido va a ganar.
—Ahora la presión será mayor sin Paolo Guerrero, ausente por suspensión.
El jugador tiene que estar preparado para cualquier situación. A todos nos gustaría contar con Paolo, pero no se puede. Hay que afrontar esta situación. La vida continúa. Hay que luchar.
—Como ‘9’ que fue, ¿a quién pondría para reemplazar a Paolo?
A Farfán. Allá en Rusia está jugando de ‘9’ y está haciendo goles. Conoce bien el puesto y es de los más experimentados. Pero el entrenador sabe a quién debe poner y confiamos siempre en él.
—¿Qué opina acerca de la polémica sobre si Claudio Pizarro debe ser convocado si clasificamos al Mundial?
Yo a Claudio lo admiro como persona y como jugador, pero no es el momento de discutir ese tema. Hoy debe apoyar al equipo, nada más. Es un ejemplo que ha dejado muy en alto el nombre del país, ha permitido que muchos futbolistas lleguen a Europa. Pero hoy debemos pensar solo en apoyar a los chicos que están.
—¿Se anima a dar un pronóstico?
No me gusta dar pronósticos. Solo pido que los chicos jueguen como saben. Ya hemos sufrido mucho, Dios mío. Todos los peruanos esperamos una alegría después de tanto tiempo. Yo confío mucho en los chicos