Fue emotivo el recibimiento de la selección peruana en Buenos Aires. Primero con miles de personas en el aeropuerto de Ezeiza y después en el hotel Intercontinental donde concentra la blanquirroja. Paolo Guerrero fue uno de los más ovacionados y, de manera imprevista, recibió el abrazo de un niño peruano que burló la seguridad para saludar al ídolo bicolor.
Guerrero se detuvo ante la aparición del niño que vestía el uniforme blanquirrojo. El 9 del Flamengo fue uno de los primeros en bajarse del bus que trasladó a la selección durante más de cuarenta minutos desde Ezeiza.
El mismo Paolo comandó a la delegación nacional que salió a saludar a los hinchas en las afueras del hotel Intercontinental. Un gesto que se repite desde el amistoso en Arequipa ante Jamaica.
"Es el partido más emotivo de mi vida", dijo Paolo Guerrero hace unos días al referirse al cotejo ante Argentina en la Bombonera. Sabe que es nuestra gran carta de gol. Ese niño que corrió a abrazarlo también lo tiene muy claro.