"Hoy no duermo", pensé, cuando vi que la venta de entradas para el Perú vs. Colombia se iniciaría el martes a las 6 de la mañana en la web de Teleticket. No duermo, pero no seré solo yo el que no duerma, sino otros tantos miles más. Son las 4 de la mañana y no, no duermo. Seguro varios más estuvieron en la misma situación.
Entonces, ya sin sueño, toca coger el dispositivo de turno: el celular, la laptop, la tablet, hasta el navegador del smart TV, todo suma a estas alturas. Tomé todas las precauciones para poder meterme en un lugar en la cola y conseguir mi entrada. Al menos eso soñé, despierto, pero soñé, que conseguía mi entrada para la popular, que iba con toda mi mancha de amigos y que ganaba Perú. Y sí, en mi sueño clasificábamos a Rusia 2018.
Minutos antes de las 6am. actualizo, estoy logueado en Teleticket, desespero y me frustro un poco, calma, total, los de la compañía que vende los tickets dijeron 6 a.m. Converso con amigos en la misma situación que yo, todos esperamos expectantes el inicio de la venta, alguno de nosotros dará el primer aviso, y entonces, entrar y comprar.
5:54 a.m. Uno de mis amigos me dice que ya se puede entrar a la cola, le dieron el número 1417 en la cola, al segundo entro yo: soy el 15271, y a los 3 segundos, entra otro amigo: 75418 en la cola. ¿Por qué Teleticket anuncia la venta a las 6 a.m. y no anuncia que la cola virtual comenzará minutos antes?
Mi tiempo de espera es "entrarás al sitio web en más de una hora", que podrían ser dos, tres, o quién sabe cuántas. A mi amigo, sí, el que era el 1417, la página se le cuelga y lo manda al lugar 62511 en la cola. Así de increíble, así de frustrante. Y si pasa con uno, debe haber pasado con varios, ¿no?
Sigo en la cola, de ser el 15271 ya estoy en el 11984. Sin embargo, el reloj ya marca las 7:30 a.m. Los cálculos dicen que las entradas se deberían acabar en 3 horas. Los reportes en la televisión señalan (poco después de las 8) que las entradas para Oriente y Occidente se agotaron. Impotencia. Resignación.
El reloj avanza, mi lugar en la cola no. Algunos amigos comienzan a tirar la toalla, yo aún tengo esperanza. Esto de estar tan cerca del mundial, despertó y resucitó a todos aquellos que nunca creyeron, a los revendedores que podrán seguir haciendo su negocio mientras esto no sea considerado ilegal. Veo algunos que su número en la cola sobrepasa el 300 mil. Quizá el Estadio Nacional aumentó su capacidad milagrosamente, pero no.
Mientras la frustración continúa, el reloj avanza, los informes en los medios siguen contando lo que pasa, el Twitter sirve como ese remedio ante lo incurable. No voy a conseguir una entrada, así que me reiré de la situación en la red de los 140 caracteres.
9.25 a.m. Primero el Twitter de Teleticket, luego la televisión, la radio, las páginas web. Todos informan lo mismo: entradas para el Perú vs. Colombia se agotaron. Ni una sola tribuna disponible, ni una butaca y/o asiento para ver lo que podría ser historia.
No sé cómo sentirme, no sé cómo se sienten. Quienes llegaron hasta aquí (en la lectura) seguramente esperaban un desenlace feliz. Esta vez no. El desenlace feliz guardémoslo para el 10 de octubre. Desde donde sea, el estadio, el trabajo, la casa o un bar, hagamos fuerza. ¡Vamos Perú!