A un mes de jugarse el partido entre Perú y Bolivia en Lima por las Eliminatorias Rusia 2018, la Federación Peruana de Fútbol ha puesto en marcha un plan para que el campo del Estadio Nacional llegue con menos secuelas del concierto que se realizará el 12 de agosto. Aunque el pedido de cambio de escenario se mantiene vigente, se prefiere tomar precauciones.
El ingeniero Carlos Benavides, encargado de evaluar las condiciones de las canchas para el Instituto Peruano del Deporte y la Federación Peruana de Fútbol, explicó el tema en diálogo con elcomercio.pe y contó las medidas a tomar en caso el concierto se postergue o no.
“La selección debe trabajar en un campo óptimo, top, de diez puntos”, indicó el ingeniero Benavides. Sin embargo, del deseo a la realidad hay un tramo largo. A lo máximo que se puede apuntar haciendo un trabajo de calidad, con el tiempo necesario, sin situaciones externas que comprometan el gramado -como el concierto- se puede llegar a un campo con nivel entre 8 a 8,5 puntos. “Con el concierto tenemos una limitación”, agregó.
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¿Qué tiempo y factores se necesitan para llegar a ese estado ideal?
Se necesitan 30 días, el tiempo exacto que queda a partir de hoy para el partido del 31 de agosto, para que los técnicos puedan trabajar. En este periodo el césped no puede ser utilizado.
Se espera que si el concierto se lleva a cabo en el Nacional, se tomen precauciones para dañar lo menos posible el grass. Lo ideal sería que no ingresen grúas para armar los escenarios, que las torres de control no estén ubicadas en el campo y que los protectores se coloquen a la hora más cercana al concierto posible.
“Si se da ese caso, deseo que me den cierta potestad para yo poder dirigir la parte de seguridad del campo”, pidió el ingeniero. Todo depende de la reunión que sostendrá con la promotora del evento.
El Perú-Brasil: escenario similar
Ante esta situación, muchos se preguntaron por qué sale a relucir el tema precisamente en este partido, cuando en el Perú-Brasil que se jugó el 15 de noviembre del 2016 (correspondiente a la fecha 12 de las Eliminatorias) se realizó el concierto de Aerosmith 18 días antes y se jugó el partido sin resaltar este problema.
El ingeniero Benavides explicó que el gramado aparentemente estaba en buenas condiciones, pero que con el desarrollo del partido se desprendieron pedazos del césped tal y como se puede ver si se revisan las imágenes del partido.
“Yo te puedo garantizar que la cancha va a quedar verde, impecable para la vista, televisión o cualquier persona que esté mirando el partido, pero a la hora de jugar la cancha se va a romper más, los jugadores no se van a poder parar bien porque el grass va a estar inmaduro”, comentó sobre el choque del 31.
El estado del campo en el partido entre Perú y Brasil de noviembre del 2016. (Foto: El Comercio).
El estado del campo en el partido entre Perú y Brasil de noviembre del 2016. (Foto: El Comercio).
Además, hizo hincapié en un detalle muy importante en el crecimiento del césped: la condición climática. “Las comparaciones a veces no son exactas. Una cosa es el mes de noviembre y otra cosa es julio, con temperaturas diferentes. Si hablamos de poner una alfombra hoy o mañana, con frío o sin frío va a ser lo mismo, estamos hablando de un ser vivo que reacciona de acuerdo a las condiciones climáticas”.
Debido a este factor, recalcó que a estas alturas prácticamente no se cuenta con un césped por la falta de crecimiento debido a la temperatura, a eso se le suma que el concierto devorará lo poco que queda.
Soluciones inmediatas
El reloj está corriendo en contra. Por ello, tras el partido entre Alianza Lima y Municipal jugado ayer domingo, se empezó a emplear lo que Carlos Benavides tenía proyectado. Como punto de inicio, se sobresembró el césped en su totalidad y hasta el día del concierto (12 de agosto) va a estar “saliendo, creciendo y acomodándose”, según explicó.
Tras el concierto, que significará un daño en el grass (menor si se toma en cuenta el paso anterior), se hará otra sobresiembra que compensará la pérdida.
¿En qué estado llegará el campo si se realiza el concierto?
Siguiendo este plan, el ingeniero Benavides calcula que el campo llegará en un estado de 5 a 6 puntos, en el peor de los casos 4. Si todos los demás factores juegan a favor, se podría llegar a 8. “Son consideraciones que no se pueden tomar a la ligera”, apuntó el experto en superficies.
Lo que sí es una realidad, según Benavides, es que “un concierto siempre daña el campo”. Pero Óscar Fernández, presidente del IPD, garantiza que “el grass llegará en buen estado” y que la cancha estará en óptimas condiciones.
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