América está en las semifinales, no fue el mejor juego de las Águilas, pero solventó los cuartos de final con nota aprobatoria, venció a León 2-0 (global de 4-2) y se pone en la antesala del título. Sin alcanzar su mejor versión ni la explosividad que llegó a tener en la fase regular, pero está donde se había propuesto y la próxima semana se verá si es capaz de dar ese paso pendiente.
América quiso mandar un mensaje agresivo en el inicio de partido, asumió la iniciativa y quiso buscar el arco rival. Tuvo en Julián al jugador que alimentó las emociones de sus aficionados, el atacante se combinó con Fidalgo y sacó un tiro raso que Cota repelió de buena manera.
León vino con un plan claro, aguantar en defensa, contener lo más posible la bravura de América, el problema es que las Águilas no se agitaron, no fueron un equipo revolucionado, tenían la pelota, pero no la chispa para romper el muro esmeralda.
El equipo de Jardine estaba muy errático en la última zona, Diego Valdés no está al mismo ritmo del equipo, al andino le falta el feeling y se nota, porque no logra conectar con sus compañeros como hasta antes de la lesión.
León estaba agazapado, pero sin permitir que América le causara daño, de pronto, La Fiera se dio un aire de valentía, Viñas ganó una pelota en medio campo y se armó una jugada en la que dejó en el césped a Lichnovsky, arrancó y afinó la pierna, zurdazo que se estrelló en la base del poste. Miedo y alivió en los americanistas, frustración en los esmeraldas.
Y ese no fue el único momento de nervio para los de Coapa, apenas unos segundos después Alvarado le dejó una pelota a Ambriz, el mediocampista le pegó con la derecha, pero la echó por encima del travesaño. Los azulcrema, en la cancha y en la grada, sudaron frío, La Fiera acababa de perderse dos muy claras.
La respuesta amarilla apenas fue perceptible, no daban con la fórmula para plantarse frente a Cota, y los visitantes no se sentían acomplejados. Llegó el medio tiempo y el partido estaba en el escenario que La Fiera quería: sembrando dudas en los azulcrema y sin daño en su portería. Los de Jardine se notaban incómodos, molestos porque imaginaban otro partido, y la falta de gol aumentaba la tensión.
El complemento arrancó parecido al primer tiempo, con América un poco más claro, entonces vino la acción que cambió el partido. Zendejas recuperó la pelota, tocó para Valdés, Diego habilitó a Henry y Frías empujó al atacante en el área, el árbitro Fernando Guerrero no dudó y pitó penal. Los de León reclamaron falta en la acción previa, cuando Zendejas le robó el balón a José Guerrero, el silbante se mantuvo y decretó la pena máxima. Quiñones tomó el balón y mostró personalidad, ejecutó con un toque ante el movimiento de Cota. Al 60’, América acariciaba la semifinal.
Ahora sí el partido subió de intensidad, porque León ya no lo podía alargar, ya no podía seguir apostando a una jugada, ahora tenía que ir por dos goles y eso implicaba dejar espacios. América estuvo cerca del segundo, pero el reto de las Águilas ahora era defensivo, mostrar soporte y fuerza y aprovechar alguna de las contras que iba a tener.
América templó el juego en el cierre del partido, a La Fiera le faltaron argumentos y los de Copa echaron el candado, y en el cierre de partido, Henry remató un balón que Cabecita peinó en un tiro de esquina. Las Águilas están en semifinales, este domingo conocerán a su rival, se mostraron sobrios, pero evitaron sorpresas, ahora el objetivo será romper esa barrera de los últimos años en los que no pudo dar el paso que su afición espera.
MGC