El pasó demoledor del huracán Otis dejó en ruinas muchas edificaciones de Acapulco. Una de ellas fue el gimnasio que durante los últimos años Natalia Salazar y sus compañeros ocupaban para entrenar. Poco a poco lo habían convertido en un espacio muy completo para la práctica del kickboxing, pero la madrugada del 25 de octubre desapareció por completo.
Entre la pesadumbre y la tristeza que implicó ver la destrucción en el puerto, con las vidas que arrebató de mucha gente conocida, a Natalia se le junto con la incertidumbre de ver dónde podría entrenar de cara al Campeonato Mundial en Portugal, que ya estaba a la vuelta de la esquina.
“Me senté a llorar y no lo podía creer. Nos dormimos con un Acapulco hermoso, porque yo amo mi puerto y nos levantamos con una destrucción total. Al ir a la academia quedé impactada por los destrozos que hizo y sí fue algo muy duro y triste, incluso en ese momento pensé que ya no podría ir a Portugal porque era mucha incertidumbre en esa mañana del miércoles, pero afortunadamente recibí el apoyo para seguir entrenando y sigo adelante”, contó Natalia a MILENIO-La Afición.
La noche más triste
La tarde del 24 de octubre, cuando Otis se transformó de tormenta tropical a un huracán categoría 5 en cuestión de horas, Natalia salió temprano de su entrenamiento y se dirigió a casa para refugiarse.
“Afortunadamente llegué temprano a mi casa luego de culminar mi entrenamiento, y me refugié ahí; al menos no sabía de la magnitud, ni siquiera me enteré de que habría un huracán grado cinco como no voy a la escuela y a ellos sí van y les comunican que hay cierto suceso, pero afortunadamente llegué a mi casa y fue algo muy horrible a pesar de lo que vivimos dentro. Tuvimos que refugiarnos en una parte de ella muy aislada porque el viento entró y rompió muchas cosas, se inundó la casa y se cayó la estructura de las láminas, afortunadamente estamos vivos. Aunque son cosas materiales son producto de trabajo de mi familia, pero estamos contentos de salir con vida”, explicó la deportista.
“Acapulco enamora”
Tras ya no tener un lugar de entrenamiento en Acapulco, la peleadora se trasladó a la Ciudad de México para continuar con su preparación de cara al Mundial que se realizará del 17 al 27 de noviembre en Portugal. Ahora que regrese de la competencia quiere volver a ver ese Acapulco del que está enamorada.
“Creo que todos nos enamoramos del lugar donde nacemos y crecemos, pero yo amo a Acapulco porque el clima es cálido y las personas también, además amo el mar y la playa; me encanta Acapulco porque estamos tan cerca del mar y tenemos el privilegio de verlo desde nuestras ventanas y yo amo eso; por eso es sumamente duro ver todo lo que se vive actualmente porque te juro ahora es otro Acapulco, como si hubieran aventado bombas, pero ahora la resiliencia de la gente es impresionante porque al día siguiente día todos se empezaron a mover, a quitar escombros, y sí es duro pero hay que seguir adelante”, mencionó.
Antes del paso del huracán, Natalia ganó el Premio Estatal del Deporte en Guerrero, sin embargo, no pudo festejar ese logro ya que días después se dio el desastre natural.
“Ya no pude festejar por ese premio por todo lo que sucedió, pero estoy contenta y agradecida con el instituto del deporte por todo el apoyo y ese reconocimiento. Estamos pasando por un momento complicado, pero creo justo en estos momentos demostramos lo fuerte y lo valiente que somos como comunidad y sociedad, y no hay que rendirnos, hay que echarle para adelante, esto sin duda no es culpa de nadie; es doloroso perder cosas materiales, además mucha gente perdió familia y gente cercana, pero tengamos muchas fuerza y unión, y hay que ser solidarios y empáticos, entonces hay que darle fuerza a Acapulco”, señaló.
Frases:
“Tengo recuerdos muy bonitos con mi familia en el mar, en el pie de la cuesta, yo amo mucho el mar y todos los momentos que he vivido”
“Estamos pasando por un momento complicado, pero creo justo estamos demostrando lo fuerte y lo valiente que somos”
Natalia Salazar
Competidora de kickboxing.
MGC