Miguel Herrera llegó al América en el Clausura 2012 acompañado por un aura de escepticismo y en algunos casos hasta rechazo, una fracción del americanismo, el más purista y conservador, no le veía los galones para ocupar la silla de uno de los equipos más populares de México. Pero el Piojo silenció a sus críticos y le dio a las Águilas su sello, los sacó del trance y los hizo una escuadra protagonista.
Miguel siempre tuvo claro que debía entregar títulos, que en Coapa es lo que esperan el dueño y los aficionados y su tercera Liguilla fue la vencida, después de dos semifinales llegó a la Final y se midió ante Cruz Azul, equipo que en ese mismo semestre le ganó una semifinal de la Copa Mx, pero en la disputa de la Liga todo cambió.
La Final contra La Máquina fue una serie que tuvo de todo, Ricardo Peláez, ex presidente deportivo de las Águilas en esos años, contó que vio a la directiva celeste ponerse las playeras de campeón al minuto 88, pero después tuvieron que volver a su palco con el empate de los azulcremas. Y cuando los americanistas consumaron la victoria, el ex presidente cruzazulino fue al vestuario amarillo para felicitar al Piojo.
“Había muchísima gente y de repente uno de los de seguridad me dice ‘oye te habla allá afuera el señor Billy Álvarez, que quiere felicitarte’ y salí a recibir al señor Billy Álvarez que me felicitó después del triunfo”, contó el Piojo.
Azcárraga con lentes rotos
Asimismo, el Piojo comentó que otras de las anécdotas de aquella noche fue que el dueño del equipo, Emilio Azcárraga irradiaba felicidad y que Jorge Van Rankin le rompió los lentes de la euforia que tuvieron con el partido tan vibrante.
“En el vestidor fue algo extraordinario, la verdad el señor estaba feliz festejando sin camisa y decía que tenía los lentes rotos porque el Burro Van Rankin en un abrazo se los había se los había roto”.
Sus extraños festejos
Esa noche, Miguel se hizo famoso por los festejos que protagonizó, fuera de sí y que empezaron a ser virales.
“Sí, la verdad es que no estás pensando que te vayan a grabar que te graben en este momento de euforia, por el ánimo y lo que transmitía a los muchachos, yo estaba feliz y si hubiera sido uno de ellos hubiera brincado dentro de la cancha con ellos, pero bueno en mi rincón del área siempre pensando en los que estaban allí y que eran ellos lo que estaban transmitiendo esa felicidad”.
Marcó su carrera
Ese título puso a Miguel en la palestra, porque ser campeón con América tiene un valor especial y Herrera admite que le cambió la vida, porque demostró que está para grandes retos.
“Fue un día que le dio luz a mi carrera, por la estrategia y todo lo que hablamos y reflejó el equipo en la cancha. He tenido noches extraordinarias y mágicas, pero sin duda alguna ésta fue la primera y la más recordada, le dio un gran un brillo a mi carrera y por supuesto la cambió completamente”.
AVV