Julio César Chávez Jr platicó sobre su año de ausencia en el que estuvo en una clínica de rehabilitación por los problemas que tiene con las adicciones, una experiencia que la tomó para bien y ahora se encuentra motivado para volver a retomar su carrera.
Durante el podcast Un Round Más con Marco Antonio Barrera, el Junior comenzó platicando de su estancia en Guadalajara, donde alguna vez su padre Julio César Chávez también fue anexado hace mucho tiempo.
“Empezó aquí (en Guadalajara), donde yo estuve también, estuvo unos meses y después como que otra vez tambaleó un poquito, porque es parte de, anduvo bien como cinco o seis meses, anduvo mal no sé si unos meses o un año. Entró a una clínica allá en Tijuana y agarró la onda de la nada y se mantuvo bien y tiene clínicas”, comentó Chávez Carrasco.
“Cuando salga voy a matar a mi papá”
El pugilista de 37 años explicó que fue un año el que estuvo anexado en el mismo lugar de su padre, un lugar en el que nunca pensó que pisaría; estando adentro llegó a pensar en desquitarse con su padre y a las personas involucradas que lo ingresaron en ese sitio.
“Estuve un año ahí donde estuvo mi papá, un año anexado, tuve un proceso, un tratamiento y pues me cayó como un balde de agua helada, porque yo nunca pensé estar en un lugar así, pero siempre he pensado hay que verlas para algo bueno. Al principio decía: ‘no mam…, hijo de su chingada madre está bien gacha esta madre, cuando salga voy a matar a mi papá y a todos los que me metieron aquí, no tienen por qué’. Pero después del tiempo más que uno aceptar que merece estar en cosas que uno piensa que no, yo siempre he pensado en las cosas para bien, yo decía:’ Esto me va a servir para algo bueno, motívate, ve las cosas malas que hacías ’, en el aspecto de que pues no estaba haciendo las cosas teniendo todo afuera, teniendo donde dormir bien, familia, carrera, dinero, todo lo que quería tenía”.
Pese a la complicada vida que se lleva en este anexo, Julio César Chavez Jr explicó que su problema fue por volverse adicto a unas pastillas para bajar de peso.
“Agarré las cosas para bien, salí motivado para entrenar, continuar con mi carrera, porque esa fue la motivación cuando estaba allá adentro. Yo no tomaba ni me drogaba con otras drogas, yo usaba muchas pastillas para bajar de peso, se me convirtió en un problema porque yo tomaba muchas pastillas y siempre quería tomar más y más, me estaban haciendo daño”.
Tratamiento de ego reducción
El Junior explicó que el tratamiento que llevó se llama de ego reducción, en el que te quitan muchas cosas para no hacerte sentir cómodo y que no puedan levantar tu ego.
“Fue algo difícil. El problema no es mi padrino Pepe ni mi papá, porque ellos me quieren mucho, me tienen mucho aprecio, pero entrando ahí al lugar cambian las reglas como en Big Brother, es un anexo, dormir todos juntos, comer lo que hay, bañarse todos juntos, es un tratamiento que se llama ego reducción donde no hay nada que alimente tu ego, que te sientas cómodo, sino que te sientas incómodo para que puedas valorar lo que no valoraste afuera”.
Fue un año el que estuvo internado en este lugar, en el que lo más complicado de su proceso fue la comida, porque “a mí me gusta mucho la comida y lo más difícil es comer lo que hay, si un día hay puras verduras, debes comer verduras. Aunque de todo se aprende y también lo más difícil es estar encerrado”, y es que “está difícil porque no estás en tus comodidades, no tienes lo que quieres, aguantar el apeste a patas, la comida que te dan, no es fácil, no estás con quien quieres estar, no haces lo que quieres”.
Esta situación lo hizo pensar que ya estaba muerto, y es que convivía con 100 personas al día, por eso algunas de las cuestiones que más extrañaba era estar solo, en su cama acostado y viendo películas en solitario y no ver a nadie.
“A lo mejor ya estoy muerto y no me he dado cuenta, llegué a pensar que a lo mejor esta madre es el purgatorio”.
ZZM