Hace unos años la creencia popular dictaba que cada vez que jugaba la selección mexicana en el Estadio Azteca, ya iniciaba ganando los partidos por dos razones: la altura de la Ciudad de México -superior a los 2 mil 200 metros- y el imponente escenario que representaban los más de 100 mil aficionados que le llegaron a entrar en su momento al Coloso de Santa Úrsula.
Hoy, esa creencia se ha extinguido por completo. Desde 2010 a la fecha, al Tricolor se le ha vuelto cada vez más difícil ganar -ya ni de golear hablamos- en el Azteca. En los 30 juegos que ha tenido hasta el momento, la Selección suma 18 victorias, 10 empates y dos derrotas, un 60 por ciento que poco a poco ha derribado el mito de la imbatibilidad; y más si se toma en cuenta que en sus últimos cinco compromisos solo tiene dos triunfos y tres igualadas, incluyendo el de Jamaica del domingo que generó varios abucheos a lo largo de los 90 minutos.
Los viejos tiempos
Que la selección mexicana apenas haya podido ganar el 60 por ciento de sus juegos en el Estadio Azteca en estos últimos 13 años es un tema que alerta, sobre todo si se considera que una década antes (de 2000 a 2009) logró hasta un 88 por ciento de victorias gracias a los 23 triunfos que tuvo en ese lapso, con apenas un empate y dos derrotas.
Una época en la que, aunque México batalló para clasificar a Corea-Japón 2002 y tuvo algunos inconvenientes previo a Sudáfrica 2010, no perdió la efectividad en casa y solo cayó frente a Costa Rica (su primera derrota oficial en el Azteca dentro de una eliminatoria) en 2001, y un amistoso ante Paraguay en 2007.
También, sin que sea un detalle menor, en esa década México logró al menos seis goleadas donde marcó cuatro goles o más en el Coloso de Santa Úrsula: 7-1 a Panamá en septiembre del 2000, 7-1 a Trinidad y Tobago en octubre de ese año y 4-0 a Jamaica en marzo de 2001, dentro de la eliminatoria rumbo al Mundial de 2002; luego repitió con un 5-0 a Jamaica en julio de 2003 en la Copa Oro que se celebró en el país; después goleó 5-0 a Panamá en septiembre de 2005 rumbo a Alemania 2005, y finalmente venció 4-1 a El Salvador en octubre de 2009 en el Hexagonal final para Sudáfrica 2010.
De 2010 a la fecha, México solo ha podido ganar por más de tres goles en un solo partido celebrado en el Estadio Azteca: el repechaje mundialista para Brasil 2014 que enfrentó ante Nueva Zelanda. El 13 de noviembre de 2013, el Tricolor comandado por Miguel Herrera se impuso de manera contundente por 5-1, conquistando de esta forma su boleto a la Copa del Mundo. De ahí en fuera, los resultados más abultados han sido por 3-0.
Presión mal enfocada
El descontento de la afición no es nada nuevo. Incluso, las maneras cómo ha escogido el público manifestarse le ha traído problemas a la Federación. A finales de 2015 FIFA empezó a investigar el grito homofóbico que realizaban los aficionados en cada saque del portero rival. El resultado han sido 19 multas y dos advertencias hasta la fecha, la mayoría de éstas fueron en el Estadio Azteca.
Incluso por esta razón, México tuvo que jugar dos partidos a puerta cerrada en la eliminatoria pasada -frente a Costa Rica y Panamá-, aunque al final se dejó en una asistencia limitada a 2 mil 500 personas, que aún así abuchearon a Gerardo Martino.
Sí, hubo un tiempo en que México era infalible en el Estadio Azteca, pero hoy si se da la victoria, es más que festejable.
FCM