El estadio Azteca nunca había abierto sus puertas para un evento de boxeo, pero cuando lo hizo Julio César Chávez se encargó de reunir a 132 mil fanáticos en una de las peleas de boxeo más memorables de la historia y hasta ahora mantiene el récord de mayor cantidad de espectadores en una pelea de boxeo.
Sin embargo, detrás de bambalinas El Gran Campeón Mexicano vivió de principio a fin totalmente diferente, pues jamás pensó que lo llenaría. Ahora 30 años después, el multicampeón mexicano recordó para La Afición cómo fue enfrentarse al estadounidense Greg Haugen en el Estadio Azteca ante miles de fanáticos sedientos de una guerra arriba del ring.
Treinta años y ese récord sigue intocable. Nadie ha podido acercarse a esa cifra
Estoy contento porque se cumple un aniversario, pero a la vez no tan contento porque ya son 30 años y no lo puedo creer porque, imagínate, ya son 30 años. Es increíble. Ese día fue histórico para mí. Fue algo increíble. Fue algo irrepetible, que no voy a volver a vivir definitivamente. Pero ese recuerdo va a quedar para la historia. Para mí, mientras yo siga con vida, lo más importante es que mis nuevas generaciones, que son mis hijos, mis nietos, mis bisnietos, lo van a ver para toda la vida.
¿Cómo fue que llegó la idea de presentarse en el Estadio Azteca?
Cuando se me dijo que iba a pelear en el Estadio Azteca en definitiva me rehusé totalmente primero por miedo, porque imagínate lo que era llenar ese recinto para una pelea de box, era algo que no podía ser. Entonces yo le dije a Don King: “No, con todo respeto. No quiero pelear en el Estadio Azteca. No quiero pelear porque no lo voy a llenar”, le dije. “Es un lugar para más de 100 mil personas”. Y me dijo “Pero ya llenaste el Alamodome. Fueron 70 mil personas y se quedó gente afuera”. Le dije que si, era cierto, pero que ese era un estadio cerrado y en Estados Unidos, pero en México no sabía cómo la gente lo fuera a ver y por eso no quería... Y si, definitivamente me pagó muy bien, pero no me pagó lo que realmente valía. Porque por esa pelea hubieran pagado en EU 15 o 20 millones de dólares por el PPV que se vendía en EU y las entradas (y le pagaron cerca de 7 millones). Pero el caso es que me pusieron a Don José Sulaimán y pues me convenció y dije “Va, si la pelea va a ser ahí, pues bueno. Pero no lo voy a llenar”.
Una responsabilidad enorme y presión, pues Haugen venía fuerte, de vencer a Ray Mancini y a Macho Camacho.
Me quedé con esa sensación toda la preparación no fue tanto (su rival en turno Greg) Haugen el que me mortificaba. Sino el que no se fuera a llenar y afortunadamente, en realidad, cuando llegó casi la hora de la pelea, ya sabía que se habían vendido más de 80 mil boletos y pues con eso pensé “No pues ya con eso. Ya con 80 mil boletos se ve más o menos lleno”. Faltando un día para la pelea me dijeron que ya no había boletos y no les creí, te juro por Dios. Cuando llegué al Estadio Azteca y vi lleno, con mucha gente que se quedó afuera, que no dejaron entrar por el sobrecupo, fue algo histórico para mí. Eran sentimientos encontrados porque “¿qué iba a pasar con la pelea?
¿Qué recuerdas de la pelea?
"Todo, Haugen había hablado bastante mierda y me había criticado mucho, pero lo tumbé en el primer round y dije ‘chale, lo noqueo o no lo noqueo’. Por mi mente pasó que si lo noqueaba a lo mejor la gente que había ido a verme pelear, en lugar de mentarle la madre a Haugen, que se la estaban mentando; me la iban a mentar a mí. Entonces lo dejé vivir, increíblemente, lo dejé vivir y pensé en noquearlo en otro round, pero después se me empezó a complicar por la altura y por la presión mía. La gente gritaba ‘mátelo’, ‘que lo mate’ y entonces yo estaba tirando mis golpes muy apretados y me estaba cansando. Me dijo Búfalo (José María Martín) ‘relájate, aquí lo vas a noquear’ y sí. Me empecé a relajar y relajar, y le dije a Búfalo: En este round lo voy a noquear, y se acabó la pelea".
Siempre has reconocido el gran amor que los fanáticos te profesan, esa noche se debió de sentir como nunca antes.
Definitivamente, esa noche no tengo con qué pagarlas. Fue increíble, histórica, una noche para el recuerdo. Una noche con esos sentimientos encontrados porque imagínate tanta gente gritando “¡Chávez, Chávez, Chávez!” “México, México, México”. Era una locura, una presión para mí. Era una presión, que ahorita te cuento relajado, pero si supieras lo que yo sentí ese día. Es algo que aún no puedo describir. Eran unos nervios de subirme a pelear, de no subirme a pelear porque me daba miedo, pero fue una noche mágica donde – Gracias a Dios – todo salió bien. Se rompió ese récord que hasta la fecha todavía está. Ojalá y algún día un mexicano o cualquier otra persona lo pueda romper, porque los récords se hicieron para romperse. Porque eso que yo hice, ya – como dicen – lo bailado nadie me lo quita, ¿no?
Dicen que una de las partes más complicadas de una pelea, es ese camino del camerino al ring. ¿Cómo lo viviste?
"Fue algo espeluznante para mí. Se puede decir, porque fueron 12 minutos del camerino al ring. ¡Imagínate tú! Doce minutos es una locura. Normalmente en una arena de boxeo o futbol duras entre 3 o 4 minutos por más lleno que esté. Pero ese día el Estadio Azteca estaba que no cabía un alma y sobre todo bajo. No se podía caminar por la cancha. Imagínate ir pasito a pasito y aparte traía a Julio y a Omar muy chiquitos y la gente te quería tocar, la gente te quería agarrar. Fue muy estresante para mí porque me podían picar un ojo, porque a mi hijo lo podían golpear por la euforia de la gente que a fuerza te quería tocar. Cuando ya llegó al ring descansé un poquito, lo que ya quería era que la pelea empezara. Afortunadamente fue una noche mágica, una noche para el recuerdo. Ya lo viví, ahora vienen mis nietos y ahora es el legado que les voy a dejar, es el recuerdo que les voy a dejar".
Greg Haugen fue uno de los rivales más habladores que has tenido, ¿qué recuerdas que te dijo?
¡Qué no me dijo! A través de mi carrera tuve muchos peleadores como muy bocones, como el Macho Camacho, como Rosario, muchos... pero éste sí se pasó de la raya porque este sí se metió con la familia, este se metió a ofender, dijo cosas obscenas a mi esposa, a mis hijos, de la gente más allegada a mí. Eso sí, subí enojado, subí con ganas de darle una chinga al cabrón y se lo cumplí. Pero me jugó en doble sentido el subir enojado, pues como te conté me cansé por estar presionado, por estar intentando golpearlo fuerte, con las manos apretadas, eso cansa mucho. Pero afortunadamente, gracias a Dios, tuve una buena esquina que me motivó, que me decía cosas lindas en el oído para motivarte a resolver la pelea. Tuve buenos consejos y pude noquearlo.
¿Qué sientes ahora al recordar esa pelea... después de 30 años?
"Lo bueno es que te lo estoy contando. Lo que te puedo decir es que estoy muy contento. Pasaron 30 años, lógicamente nadie se quiere hacer viejo, pero pues así es la vida. Lo bueno es que lo estoy contando, lo estoy viviendo y ojalá y sean 10 años más, ya de perdida."
¿Otros 30?
"No ya, no chingues".
Cifras de Chávez vs Haugen
- 30 años tenía Julio César cuando subió al ring en el Azteca para vencer a Greg Haugen
- 84 peleas invicto sumó JC al imponerse a Haugen
- 100 mil dólares extra ganó al ganarle a Haugen. Apostó con su promotor Don King
- 5 pesos costó el boleto más barato de esa pelea y 2 mil 750 pesos el más caro
Datos
-Manuel Mijares fue el encargado de entonar el Himno Nacional, mientras que Jimmy Lennon Jr. fue el anunciador de la contienda
-JC Chávez superó el récord del concierto de Michael Jackson en el estadio Azteca. El Rey del Pop reunió a 110 mil personas y el sinaloense logró 132 mil.
HIOM