Los mexicanos hicieron su fiesta en Doha. Decenas de ellos fueron disfrazados de diferentes temáticas, yla mayoría se esforzó para hacer de los partidos del Tricolor una fiesta.
Para empezar, la caravana liderada por el grupo de animación Corazón Azteca, pidió marchar con la temática de día de muertos. Cualquier detalle relacionado era importante para distinguirse.
Sin embargo, muchos de los seguidores ya tenían otros planes, porque mandaron a hacer sus disfraces. Así, apareció una botarga de Vicente Fernández, quien hasta micrófono traía.
“Me gusta Vicente, por eso vine vestido así, me costó 20 mil pesos el disfraz, pero valió la pena”, dijo el aficionado.
Otros más, traían caballos inflables, y aseguraron, habían planeado su viaje al Mundial desde hace tres años, y ya con la experiencia de otros torneos, pudieron armar un buen plan.
“Traemos, galletas, atún, sopas, para no gastar tanto. Ahorramos durante tres años, nos gastamos entre 80 y 90 mil por persona, pero realmente todo nos ha salido bien hasta el momento”.
Por supuesto, no podían faltar los sombreros de charro, las adelitas, las máscaras de luchador y el chapulín colorado, tan recurrente en cada Copa del Mundo.
“Estamos muy contentos, porque fueron muchos sacrificios los que tuvimos que hacer para llegar a Qatar, pero vale la pena, siempre es una fiesta y lo disfrutamos al máximo. A Nosotros no nos importa que no haya alcohol”, dijo José, quien viajó desde Guadalajara.
Además, los disfraces tomaron tintes de los jugadores históricos del Tricolor, muchos portaban el uniforme de Jorge Campos, otros más se pusieron la peluca del matador, porque dice, fueron de los jugadores que marcaron historia.
El ambiente previo al duelo de la selección tuvo de todo, canciones típicas de nuestro país, disfraces y hasta la tradicional porra. Por supuesto, el “Cielito Lindo” es la clásica que cantan los aficionados en todos los partidos del Tricolor fuera de México, y en los Mundiales se ha hecho tradicional.
AGB