El estadio 976 se cimbró cuando Guillermo Ochoa desvío el penal de Robert Lewandowski. El mexicano salvó a su equipo de la derrota, y al final se fueron con un empate sin goles.
Se sabe que Memo no es un atajador de penales, que le cuesta ese rubro, pero también hay que reconocer que el portero se crece en los Mundiales, que los hace su escenario y ha brillado en los dueños importantes.
Para atajar este penal, hubo trabajo detrás, no fue una casualidad ni buena suerte.
"Trabajamos en eso durante dos meses con Gustavo Piñero (entrenador de porteros) es algo difícil porque ves sus penales en video que son más de 100 y no sabes a dónde va a tirar, pero al final estoy feliz de atajar el penal y mantener el cero", dijo el portero.
A Memo también se le cuestionó sobre el apoyo de la afición mexicana, que llenó el estadio y que los respaldó en todo momento.
"Que sigan apoyando, agradecerles lo que hemos vivido, sabemos lo que hacen por estar con la selección y nos queda entregarnos en la cancha y nos llena de emoción como cantan el himno, ese es el camino, más allá del resultado , la afición se va contenta de ver al equipo dejarlo todo en la cancha".
El próximo rival de la selección mexicana es Argentina, que llegará herida por su derrota ante Arabia Saudita, y sobre todo, urgida de puntos. Memo sabe bien. Que eso dificulta, pero también, que deben concentrarse en su juego, en lo que ellos pueden aportar en el terreno de juego y en la calidad que tienen como equipo.
"No tuvimos mucha opción de ver ese juego, yo me quede en el 1-0 . Es un Mundial y las sorpresas existen, entonces sabíamos que teníamos un grupo complicado y no menospreciamos a nadie, pero nosotros también hemos trabajado. Polonia es un equipo con prestigio, de talento y hoy les competimos y sumamos".