El operativo para separar las llegadas de los aficionados de Diablos y Águilas funcionó previo a la semifinal de ida
TOLUCA -- En la junta de seguridad previa al juego entre Toluca y América, en el Estadio Nemesio Díez, se acordó que habría mil elementos extra para evitar algún choque entre los seguidores de ambos equipos. En la previa, la estrategia funcionó.
Lo usual es que en los partidos del Toluca haya entre mil 400 y dos mil elementos de seguridad, pero en el juego contra el América se decidió que fueran dos mil cuatrocientos, para evitar cualquier incidente.
Toluca convocó a hacer un pasillo para recibir a los suyos, mientras que los del América se congregaron una calle antes. Ahí entró en acción el operativo de seguridad.
Entre empujones, los encargados de la seguridad hicieron espacio para que el autobús del Toluca pasara, en medio de bengalas y bombas de humo, la petición de ganar al América y el sonido de los instrumentos.
Una calle antes estaba la afición del América, con las banderas azulcremas y el clásico “¡Vamos, América!”, que suma a la ilusión de no sólo de ganar sino de golear a los Diablos Rojos.
El Toluca fue el primero en ingresar al Estadio Nemesio Diez, flanqueado por la fiesta que hacen sus aficionados y acompañado hasta dónde cierra la puerta de acceso al estacionamiento del inmueble.
“Ya están adentro”, se escuchó por uno de los radios que cargan los policías.
En el caso del América no fue así. Se planeó que llegaran después de los escarlatas y con el tiempo suficiente para retirar a los seguidores de los Diablos Rojos que seguían cerca de la puerta de los camiones.
A las Águilas no las acompañaron hasta la entrada, pues se decidió que los aficionados del América se quedaran lejos del acceso, encapsulados por los cuerpos de seguridad para evitar cualquier disturbio.
No hubo contacto entre seguidores del América y el Toluca previo al partido, funcionó en operativo.