15/11/2024

Concacaf invents a 'Gulliver' tournament for 48 Lilliputians.

Martes 21 de Septiembre del 2021

Concacaf invents a 'Gulliver' tournament for 48 Lilliputians.

Do they really want to play it with 48 teams in just one month and only on American soil from 2023? Make it cheaper for me, even more, a already cheap and worthless football from a cheap area.

Do they really want to play it with 48 teams in just one month and only on American soil from 2023? Make it cheaper for me, even more, a already cheap and worthless football from a cheap area.

LOS ÁNGELES -- Aclaremos primero, porque enseguida oscurece. Este torneo, la Copa de las Ligas (Leagues Cup) sólo genera repudio, repulsa, animadversión, obvio, entre quienes pisan la cancha, y no entre quienes operan desde sus bunkers con aire acondicionado, habanos y whisky.

Pero si el engendro incomoda en su enanismo, será insoportable ahora que se concibe como un aberrante fenómeno del gigantismo. Una competencia tamaño Gulliver, entre liliputienses.

¿De verdad quieren jugarlo con 48 equipos en sólo un mes y sólo en tierras estadounidenses a partir de 2023? Abarátenme pues, aún más, un ya abaratado futbol baratija de una zona baratera.

Esta nueva versión de la Copa de las Ligas (Leagues Cup), que presuntamente anunciará este martes la Concacaf, tendrá 48 equipos participantes y se jugaría en sólo un mes, según afirma el diario Mural de Guadalajara.

Desde su nacimiento, en 2019, los clubes de la MLS ningunearon este torneo, enviando, la mayoría, a versiones B de sus equipos, y los castigados de la Liga MX fueron forzados a enviar su mejor legión a competir. El título fue para Cruz Azul con un 2-1 sobre Tigres en Las Vegas.

Es un torneo incómodo. Un cachivache, un mamotreto, organizado por la fantasía farisea y voraz de generar ingresos a través de patrocinadores, transmisiones, y claro, esquilmando a aficionados, ávidos de platos de segunda mesa.

La realidad es que a los clubes les desagrada este tipo de inventos. Los entrenadores no ven el beneficio en exponer a sus jugadores de medio pelo, física y futbolísticamente hablando, en un torneo sin provecho genuino, más allá de que para este certamen de 2023, el premio mayor (¡Ufff!) es un boleto directo a los Octavos de Final de la Champions, claro, versión conkakafkiana, según el reporte de Mural.

Recuerde, tentativamente, esta vez, participarán los 48 equipos que conformarán la MLS (30) y la Liga Mx (18). Ojo: no olvide que para 2023, se contempla aumentar a 20 el número de equipos en la Primera División de México, así que...

Ideota, sin duda. Una idea grandota, pues. Es decir, un castigo para premiar otro castigo. El ganador, evidentemente, no será el más audaz, sino el más torpe para encontrar la salida de emergencia de la competencia.

Los clubes mexicanos no tienen salida. Que los entrenadores, jugadores, y hasta uno que otro directivo, lo consideren inoportuno, improcedente e innecesario este torneo, de nada servirá. Como asalariados de los clubes, deberán jugar cuando se les ordene y donde se les ordene. ¿Hay riesgos? Sin duda: fatiga y lesiones, por un mendrugo.

¿Por qué se prestan la FMF y la Liga MX a estas jugarretas? No tienen opción. Están esclavizadas. Ya se ha explicado aquí hasta el cansancio. Misteriosamente algunos expedientes que presuntamente involucraban a directivos mexicanos no fueron parte del #FIFAGate.

Protección a cambio del manoseo y la manipulación, porque, ojo: ni el caso está cerrado, ni las investigaciones agotadas, ni los eventuales y posibles delitos han caducado.

Por eso ni ese 27 de mayo de 2015 ni seis años después, ha sido –ni será—, detenido o citado al menos, algún dirigente del futbol de toda Norteamérica. ¿Por qué ningún mexicano? Se compró un seguro de vida, que el balompié de la FMF y de la Liga MX deben seguir pagando, per sécula seculorum.

Así que tampoco es que el futbol mexicano tenga muchas posibilidades de alzar la voz. Como alguna vez le dejaron entrever ante la Comisión de Ética y la Comisión Disciplinaria de FIFA, “calladitos se ven más bonitos”, según testimonios del extinto Chuck Blazer y de Jack Warner.

Dicho está que el silencio de los inocentes es también el silencio de los culpables. Y el futbol de México disfruta de la simbiosis hipócrita de ejercer ambos personajes.

Este miércoles, al jugarse la Final de la segunda edición de la Copa de las Ligas, entre León y Seattle en Las Vegas, esa versión resplandeciente y cargada de luces neón, de Sodoma y Gomorra, la Concacaf estará muy atenta a una de sus migrañas incontrolables: #ElGrito.

El texto de Mural enfatiza el riesgo de que los aficionados mexicanos en Estados Unidos, que han hecho de #ElGrito un vehemente protagonista, se dispare de manera incontrolable. ¿Y si se presenta el grito, a quién pedirá la Concacaf que se castigue por su propio torneo y en su propia casa?

Recordemos que Víctor Montagliani, presidente que preside pero no manda en Concacaf, es el más feroz de los mastines en contra de México por la presencia de #ElGrito. Ha convertido esta batalla en algo personal. Pero si se le meten “a su casa” y lo injurian, ¿a quién castigará?

Recordemos que en la Copa Oro, tras la aparición del alarido ante Trinidad y Tobago, la FMF, a través de su presidente Yon de Luisa, pidió que el juego siguiente, ante Guatemala, fuera jugado a puerta cerrada.

De inmediato saltaron como fieras Montagliani y Concacaf, rechazando esa petición, porque era una agresión a sus intereses económicos. Es decir, #ElGrito es una abominación, pero no tanto, como para que dañe sus voracidades financieras.

Por lo pronto, parece inevitable que este mediodía se haga oficial el alumbramiento, el advenimiento, el parto, pues, de otro adefesio en el balompié de la zona. 48 enanitos en un torneo gigante, con un premio pigmeo.

Pobre futbol mexicano, tan lejos de Dios y tan cerca de la Concacaf.

Ver noticia en ESPN: Fútbol Mexicano

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