Alfredo Talavera contribuyó en el subliderato de Pumas, al ser el portero con mayor efectividad, el segundo que menos goles recibió y que más atajadas hizo
MÉXICO -- El diagnóstico de la lesión de Alfredo Talavera fue el primer golpe a las aspiraciones de Pumas en la Liguilla, pues el portero de 38 años que llegó a El Pedregal para el Guard1anes 2020 se estima que se ausentará entre cuatro a seis semanas debido al malestar muscular.
Talavera acudió al llamado de auxilio del Club Universidad que buscaba tener seguridad en la portería. Aceptó el intercambio entre Pumas y Toluca que incluía a Alfredo Saldívar y aclaró que para que se concretara su llegada a CU "hubo una reducción de sueldo. Vengo a ganarme mi puesto, nada es regalado y todo se gana”, dijo durante su presentación como nuevo portero de los universitarios.
Cinco meses después y con 1,314 minutos en la cancha, Alfredo Talavera se convirtió en el mejor refuerzo de los Pumas y de la Liga MX, pues con él en la portería, el equipo de Andrés Lillini alcanzó el subliderato del Guard1anes 2020, terminó como el segundo portero con menos goles recibidos en la competencia y el segundo también que más atajadas realizó en el campeonato. Una garantía en la portería.
La plataforma de estadísticas de futbol Statiskicks le otorgó la mención del mejor refuerzo del torneo, con una efectividad del 84% en el número de disparos a gol recibidos, 11 goles admitidos y 54 atajadas.
El desempeño del portero mexicano ayudó para que Pumas solo perdiera un partido en todo el torneo.
Incluso, ante su buen rendimiento y la lesión de Guillermo Ochoa con América, Talavera fue considerado por Gerardo Martino como títular en el partido amistoso de la Selección Mexicana ante Holanda, por encima de Rodolfo Cota y Hugo González.
La lesión lo margina de una nueva convocatoria con México, pero sobre todo deja a Pumas sin su mejor elemento para defender los resultados.
A los 38 años, con tres torneos por delante que cumplir con Pumas, y una cotización de 800,000 dólares, Alfredo Talavera dejará la portería en la Liguilla, salvo que una recuperación casi milagrosa le devuelva a Lillini a uno de los responsables del subliderato del equipo.
En una de la variables que no se pueden cuantificar también aparece el portero tapatío, pues el liderazgo que le impuso al plantel era notorio aun cuando no era el portador del gafete de capitán.