La incursión de Carlos Torres Garcés en el balompié mexicano duró semanas, esto tras la desvinculación del técnico ecuatoriano, quien no llego a debutar en el banquillo del Atlético Ensenada.
La de Torres es la segunda salida del equipo de Baja California. Primero fue Ramón Ramírez, que a horas de asumir la dirección deportiva a anunció su desvinculación del equipo de la naciente Liga de Balompié Mexicano.
Mediante un comunicado, el club anunció que “por situaciones meramente internas” el estratega ecuatoriano y su cuerpo técnico dejaban de pertenecer a la institución, a un mes del debut con el equipo.
Con Torres salió Duffer Alman, encargado de la preparación física. “Estamos seguros de que ambos dieron su mayor esfuerzo, desempeño y dedicación a nuestro plantel y les deseamos el mayor de los éxitos siempre”, indicó el club en un comunicado.
El entrenador ecuatoriano fue anunciado en el club desde mayo, pero ante la emergencia sanitaria llegó en julio para asumir el mando. Torres estuvo a cargo de las visorias para buscar nuevos jugadores, así como trabajos de pretemporada con el equipo, por lo que la decisión del club fue sorpresiva.
La salida del DT tricolor suma a la polémica generada entre la directiva del club, con Antonio García a la cabeza, y Ramón Ramírez, quien dejó el cargo a horas de su arribo a Ensenada.
García reprochó el trato de Ramírez a su llegada al club. “El señor no sé qué quiera, es una ‘diva’; gritándole a mi asistente, gritándole a todo el mundo. Él quiere llegar y encontrar una estructura como Chivas”, comentó.
En descargo, Ramírez declaró a medios en México que “se fueron dando una serie de cosas, donde a mí me empezaron a causar dudas si me quería como director deportivo realmente, o simplemente como una imagen (…) me enteraba más de las cosas que hacía el club, por redes sociales o por gente que tenía conexiones en la Liga, que por él mismo. Y luego ya empecé a cuestionarle. Así fue creciendo la bola de nieve”, explicó. (D)