MÉXICO -- Con qué cara los dirigentes de la Liga MX pedirán a los capitanes de los equipos finalizar el mensaje de la ceremonia protocolaria de cada partido con la frase “Juega limpio, siente tu liga”. De verdad, ¡qué descaro!
Pregunto, ¿cuál liga quieren que los jugadores y los aficionados sientan? La liga que decidió unilateralmente erradicar el ascenso y descenso, la liga que promueve el cambio de sedes indiscriminado sin respetar el arraigo y la historia, la liga que cambia sus reglamentos y estatutos según convenga o la liga que juega limpio y es permisiva con la violencia, ¿cuál?
Me queda claro que este complicadísimo momento de salud por el que atraviesa el mundo debido a la pandemia del coronavirus ha sacado lo peor de quienes manejan el futbol mexicano. La decisión de dar por terminado el Clausura 2020 después de 10 fechas disputadas se rigió únicamente por el tema económico y no por el cuidado de la salud. La mudanza de Monarcas a Mazatlán y los temas contractuales de los jugadores fueron los únicos y verdaderos motivos.
Pero lo más alarmante es el tema de la violencia al que siempre le dan la vuelta. La violencia dentro y fuera de los estadios que siempre minimizan y tratan de tapar con sanciones o medidas ridículas.
La Liga MX debió ser tajante y actuar de manera inmediata en el reprobable caso de violencia de género que involucró a Renato Ibarra Mina y lo único que hicieron fue sacar un comunicado el pasado viernes 6 de marzo rechazando todo tipo de violencia. Nada más.
El Club América se tardó en tomar una decisión tajante, incluso intentó suavizar el tema pidiéndole al jugador expresar públicamente su arrepentimiento pero al ver la reacción en la mayoría de los aficionados entendieron que el ecuatoriano no podía volver a defender la camiseta de las Águilas.
Siendo conscientes de la carga social con la que tendrán que lidiar, el Atlas aprovechó que la Liga MX no sancionó al jugador y optó por darle una oportunidad al ecuatoriano sabiendo la diferencia que puede marcar dentro de la cancha.
El acto cometido por Renato Ibarra fue deleznable y cobarde. Claro que todas las personas merecen una segunda oportunidad y por supuesto que Renato tiene todo el derecho de reivindicarse y seguramente lo hará dentro y fuera de la cancha.
Aquí lo que faltó fue precisamente “Juega limpio, siente tu liga.” En las ligas serias las oportunidades llegan, pero no sin antes enfrentar las consecuencias, casos como los de Adrian Peterson, Ray Rice (NFL) Jesse González (MLS) y Roberto Osuna (MLB) tuvieron la oportunidad de reivindicarse, pero antes hubo sanciones ejemplares por parte de las diferentes ligas.
La Liga MX ha quedado exhibida una vez más, dejando en claro la falta de autoridad que existe en un organismo que es controlado solamente por el interés económico y en el que los valores humanos son pisoteados constantemente.