José Antonio Rodríguez tuvo un 2019 que empezó complicado con Lobos BUAP y terminó con una sonrisa entre la tempestad que atraviesa Chivas. El portero mexicano vivió de todo este año y ya piensa en lo que viene con el Rebaño después del gol que marcó en la última jornada ante Veracruz en un despeje que atravesó toda la cancha del Estadio Akron.
Pepe Toño inició el Clausura 2019 con un objetivo en mente: la salvación. Y es que al estar inmerso en la lucha por el no descenso con Lobos BUAP, sus actuaciones eran vitales para conservar su trabajo y el de sus compañeros, así como de empleados que no se ven dentro del terreno de juego en una franquicia de futbol.
Sus atajadas llevaron a que los Licántropos conservaran la categoría y no sucumbieran ante el famoso porcentaje, aquel que rompe ilusiones y borra todo trabajo hecho. Parte de la buena suerte del cuadro poblano fue tener a los Tiburones un peldaño más abajo.
Pese a que no descendieron, las malas noticias llegaron para muchos con el cambio de la franquicia a Ciudad Juárez. La transacción se llevó a cabo y Rodríguez, que estaba a préstamos con los Licántropos, tuvo que regresar a Chivas.
A su regreso con el Rebaño, la titularidad le aguardó. La pretemporada lo consagró como el titular del XI de Tomás Boy, entonces timonel de Chivas, pero Raúl Gudiño no le dejó el camino tan fácil y por cinco jornadas estuvo recluido en la banca. Fue de la jornada siete a la 11 cuando Rodríguez no vio acción.
Fue hasta la jornada 12 cuando regresó al cuadro titular ante el América, ya con Luis Fernando Tena en el banquillo, pero la goleada de las Águilas fue un estrepitoso 4-1 en el Estadio Azteca. Además, en el parón de su actividad, se perdió el Clásico Tapatío ante el Atlas, mismo que fue para los rojiblancos por 1-0.
Desde su regreso a la titularidad, Rodríguez disputó ocho duelos en los que su equipo perdió solo dos, empató dos y ganó cuatro. Además, en la última jornada y después del fallecimiento de Jorge Vergara, exdueño de Chivas, anotó un gol que le dio la vuelta al país, pues su despeje terminó por incrustarse en la portería de Sebastián Jurado.
Con un año de altas y bajas, Rodríguez tomará unos días de vacaciones para regresar a los tres postes del Rebaño y buscar la ansiada Liguilla que los aficionados y el cuadro rojiblancos no viven por quinto torneo consecutivo.