GUADALAJARA -- Necaxa se caracterizó en las últimas temporadas por realizar buenas contrataciones. Jugadores que llegaron a la Liga MX de manera sigilosa, por la puerta de atrás y sin hacer ruido, pero ya dentro lograron explotar su potencial, se convirtieron en referencia para su equipo y, en el momento adecuado, significaron transferencias de alto valor económico.
El ejemplo más reciente es Maximiliano Salas, delantero argentino que en 443 minutos acumula cinco goles y una asistencia, y representó la amenaza más peligrosa para la defensa de Guadalajara. El sudamericano proveniente del O´Higgins de Chile llegó en el Apertura 2019 para el cuadro hidrocálido por una transferencia de compra definitiva y un monto de 2.2 millones de dólares.
En seis encuentros, el atacante ya se coloca como uno de los líderes de goleo individual, sin necesidad de cumplir con un periodo de adaptación de larga duración, y supera en dicho departamento a delanteros que acumulan al menos cinco torneos en el futbol mexicano, como Brian Lozano, o carreras más extensas como André Pierre-Gignac que participa en su décimo torneo de Liga MX. El argentino comparte el liderato de goleo con José Juan Macías.
Los hidrocállidos se han convertido en una institución experta en operaciones de bajo costo, jugadores con proyección de una segunda venta y plusvalía en sus transferencias. En los últimos años llegaron elementos como: Brian Fernández, Edson Puch, Víctor Dávila, Carlos González, entre otros.
La pregunta surge en el entorno del futbol mexicano. ¿Quién está detrás del ojo visor del club?
Muchos apuntan a Mario Hernández Lash como el gran cazatalentos para encontrar futbolistas con la capacidad y talla justa para marcar diferencia no solo en su club, sino también en la Liga BBVA MX.
Desde el interior del club, voces aseguran a ESPN Digital que la “mente maestra” es nada menos que Santiago Tinajero, el hijo del propietario del equipo, quien se encarga de recorrer Sudamérica en busca de propectos, incorporarlos al club y después venderlos a precio de oro.
El método Necaxa significa aumentar las arcas del club de manera sustancial: compraron a bajo costo, sus jugadores se cotizaron en el futbol mexicano y después del tiempo suficiente para revalorarse, venderlos a otros clubes de la misma liga o al exterior, como ocurrió recientemente con Brian Fernández, negociado a Portland Timbers de la MLS justo antes de que el equipo de Aguascalientes iniciara su participación en la liguilla de Clausura 2019.