22/12/2024

El peor América de Miguel Herrera

Martes 24 de Abril del 2018

El peor América de Miguel Herrera

El Cluba América ha tenido sus peores números desde que Miguel Herrera está al mando.

El Cluba América ha tenido sus peores números desde que Miguel Herrera está al mando.

América fue desnudado en Puebla. Vulnerable en defensa, la línea que había manifestado regularidad y no había permitido más de dos goles en 15 partidos; recibió tres tantos que sacaron a la luz sus deficiencias. Roto en el medio campo, sin que los volantes pudieran enganchar el juego entre líneas, deficientes en la recuperación y ausentes en la creación de juego. Perdido en ataque, sin que sus delanteros agobiaran con remates al arquero rival y sin transmitir la sensación de que podrían meterse al partido.

La lectura del cuerpo técnico fue concreta. "Fuimos un desastre", dijo Miguel Herrera en la sala de prensa del estadio Cuauhtémoc. Bastaba ver el semblante del entrenador que suele ser más expresivo que su discurso. Fue la noche más dura para el Piojo en lo que va del torneo, porque no había argumento que defendiera el accionar del equipo.

América no transmite garantías de que en una semana pueda cambiar su inercia, la Liguilla está a la vuelta de la esquina y lo que ha mostrado en las últimas semanas, hoy, no lo hacen ver como un equipo que pueda aspirar a ser contendiente al título.

Los números no están de su lado y por primera vez, un América bajo el mando de Miguel Herrera no librará la barrera de los 30 puntos, una cuota que el entrenador se pone como margen mínimo, pues los recursos que tiene a su disposición le permiten pelear por ello y más.

A lo mucho, las Águilas aspiran a lograr 29 unidades, siempre y cuando venzan a Santos en el estadio Azteca, algo que no será fácil, pues tampoco es que se hayan hecho un equipo temible en su campo. Esa situación es otro golpe crudo, porque la plantilla que se confeccionó para este torneo y que contó con cinco refuerzos no será capaz de superar la cosecha de puntos del semestre anterior. No se avanzó en ese aspecto, sino que se dio un paso atrás, porque pudo haber alcanzado las 30 unidades con solo ganar sus partidos de local, pero en casa también ha patinado en cuatro ocasiones.

También, el actual Clausura será el certamen en el que menos victorias celebre un América del Piojo, por ahora solo tiene seis triunfos y en caso de que derrote a los laguneros tendría siete; uno menos que en el Apertura 2012 cuando logró ocho. Será la cosecha más baja de Miguel en los seis torneos que ha estado al frente del conjunto azulcrema.

Pero también, en caso de que no consiga el triunfo en la última jornada, corre el riesgo de quedar fuera de los cuatro primeros de la clasificación, algo que tampoco le ha ocurrido a Herrera, pues en los cinco torneos anteriores siempre se había ubicado entre los punteros, con el beneficio que supone —al menos en cuartos de final— recibir el juego de vuelta.

Hasta antes del partido con La Franja, el discurso del club se centraba en que no había un bajón futbolístico, se decía que había volumen de juego y que lo que estaba fallando era la definición. La precariedad en el remate es evidente, pero el decrecimiento futbolístico empezó desde hace semanas, cuando de un estado de bienestar se pasó a vivir en una dinámica de serpientes y escaleras, sin saber a ciencia cierta en qué momento podía descender o ascender. Estas sensaciones fueron arrojadas por la inconsistencia en el juego, pero que se veían maquilladas por algunos triunfos (León y Cruz Azul).

Sin embargo, en las últimas dos semanas América ha recibido cachetadas que lo obligan a hacer una introspección más profunda. La derrota con Toronto, en el juego de ida de la semifinal de la Concachampions fue la primera (aunque en ese momento aún se encontraban algunas coartadas como el estado del campo, el clima, el arbitraje), luego vino el empate con Necaxa (con un gol de los Rayos sobre la hora producto de una desconcentración defensiva), la eliminación como local ante el Toronto (con la acentuación de la incapacidad para marcar los goles que se necesitaban para darle vuelta a la serie y ni siquiera poder ganar el partido). Luego el empate a cero como local ante Monterrey (jugando una hora con un hombre más en el estadio Azteca) y la zarandeada del viernes en Puebla.

Bastan esos cinco juegos para corroborar el bajón que ha tenido América en el momento más inoportuno.

Las Águilas han entrado en una dinámica de involución y no en una de evolución que es la que puede hacerte candidato al título. Hoy, el cuadro de Miguel Herrera se ve al espejo y no se reconoce a sí mismo. Si ante Santos consigue un triunfo con diferencia de dos goles o más y hay un empate en el clásico regio, podría acabar como segundo de la clasificación. Tiene unos días para mostrar mejoría, si no lo hace, la Liguilla puede volver a ser la misma película de terror que fue el torneo anterior. 

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